Desde el principio, esta gran novela, me recordó, por el aroma, por las vivencias rurales, por las escuelas, por todo aquello que significa vivir en la helada y solitaria campiña, a la también buenísima novela de Jetta Carletón “Cuatro Hermanas”. No es que los argumentos se asemejen, salvo la vida al aire libre y las relaciones fraternales, pero en ambas encontramos esa atmósfera de libertad, sencillez , y trato directo que te cautiva y emociona.
En esta novela tenemos todo lo que un universo rural encierra, con sus afectos y maledicencias, y al que por sorpresa veremos alterado con la llegada de dos hermanos (hermano y hermana) desde el mas cosmopolita mundo de la gran ciudad.a partir de aquí todas son situaciones interesantes e inesperadas y en ningún momento decae el interés y el placer de la lectura.
El final es tan inesperado como bien resuelto,y nos deja un regusto agradable y una de las máximas que guían mis pasos: Los secretos, son eso secretos y no debemos desvelarlos ya que normalmente eso produce consecuencias desastrosas para los inocentes. Resumiendo un auténtico placer disfrutar de esta lectura.