Siempre se ha dicho que el personaje de Violetta requiere tres tipos de soprano, una por acto: ligera para el primero, lírica para el segundo y dramática para el tercero, siendo Maria Callas, en la era de las grabaciones integrales de la ópera, la encarnación perfecta del personaje porque reunía todas las cualidades requeridas en cada uno de los actos. Pues bien, Mercedes Capsir, la soprano que protagonizó el primer registro comercial de la ópera completa, estaba perfectamente capacitada para afrontar las agilidades y sobreagudos requeridos por la partitura. Centrándonos en el recitativo aria y cabaletta "E strano... Ah forse lui... Sempre libera", sobre todo en la segunda parte, la cabaletta "Sempre libera" puesto que la primera, el aria propiamente dicha, "Ah forse lui" se adapta mejor a una soprano lírica. Continuamente, desde el recitativo previo "E strano, e strano" se van alternando momentos en los que se exige que se cante piano con otros en los que se requiere hacerlo en forte, también se alternan fragmentos que se deben cantar acelerando con otros que deben cantarse retardando. Continuos cambios que requieren un amplio dominio de las intensidades y capacidad en el fiato para mantener notas sostenidas , además hay que dominar los trinos y el canto "staccato", o lo que es lo mismo, la coloratura. Por si fuera poco Violetta, durante el desarrollo de este fragmento, va pasando por diferentes estados de ánimo (amor, duda, esperanza, determinación, deseo de libertad y placer) y todo eso hay que saber expresarlo. Comprendo que una soprano ligera de las de hoy pueda pasarlo mal una vez ha caído el telón en el primer acto, nunca será la Violetta ideal, se requiere una voz de más peso dramático, pero entre una voz lírica ancha con recursos dramáticos y el desastre en la coloratura siempre cabe una opción intermedia. Y esto lo digo por la soprano que está interpretando La Traviata en Les Arts durante estos días.
Siempre se ha dicho que el personaje de Violetta requiere tres tipos de soprano, una por acto: ligera para el primero, lírica para el segundo y dramática para el tercero, siendo Maria Callas, en la era de las grabaciones integrales de la ópera, la encarnación perfecta del personaje porque reunía todas las cualidades requeridas en cada uno de los actos. Pues bien, Mercedes Capsir, la soprano que protagonizó el primer registro comercial de la ópera completa, estaba perfectamente capacitada para afrontar las agilidades y sobreagudos requeridos por la partitura. Centrándonos en el recitativo aria y cabaletta "E strano... Ah forse lui... Sempre libera", sobre todo en la segunda parte, la cabaletta "Sempre libera" puesto que la primera, el aria propiamente dicha, "Ah forse lui" se adapta mejor a una soprano lírica. Continuamente, desde el recitativo previo "E strano, e strano" se van alternando momentos en los que se exige que se cante piano con otros en los que se requiere hacerlo en forte, también se alternan fragmentos que se deben cantar acelerando con otros que deben cantarse retardando. Continuos cambios que requieren un amplio dominio de las intensidades y capacidad en el fiato para mantener notas sostenidas , además hay que dominar los trinos y el canto "staccato", o lo que es lo mismo, la coloratura. Por si fuera poco Violetta, durante el desarrollo de este fragmento, va pasando por diferentes estados de ánimo (amor, duda, esperanza, determinación, deseo de libertad y placer) y todo eso hay que saber expresarlo. Comprendo que una soprano ligera de las de hoy pueda pasarlo mal una vez ha caído el telón en el primer acto, nunca será la Violetta ideal, se requiere una voz de más peso dramático, pero entre una voz lírica ancha con recursos dramáticos y el desastre en la coloratura siempre cabe una opción intermedia. Y esto lo digo por la soprano que está interpretando La Traviata en Les Arts durante estos días.