Una tunda de realidad

Publicado el 19 abril 2012 por Antoniobarba

República

«Agente, vengo a la comisaría para interponer una denuncia. Siendo ellos tan reales y tan augustos, se les presuponía entregados a las más altas libaciones del espíritu, y no a las bajezas de la plebe. Pero no, oigan, son víctimas de las pulsiones humanas. Les pierden la carne, el dinero y los tiros. Al final hay más majestad en un obrero que hace dignamente su trabajo que en estas almas supuestamente coronadas. La realidad les está dando una buena tunda, y se está cayendo el velo que durante tantas décadas, con el concurso entusiasta de muchos medios, ha recubierto la institución. Son como usted y como yo, agente, peores sin duda en muchas cosas. Y si son como usted y como yo, si al final todos somos iguales y a todos nos iguala nuestra humana naturaleza, ¿tiene sentido mantener en lo más alto semejante poder? ¿No sería preferible que al frente de un país haya una persona a la que se pueda votar para ponerla, y quitarla cuando reciba una tunda de realidad y se tenga que ir a su casa? Dígame, agente, ¿a usted qué le parece?»