La acción transcurre en un pequeño pueblo inglés, el típico en muchos sentidos y que todos podemos imaginar, llamado Pagford. Cerca de él está la ciudad, Yarvil, con la que tiene algunos problemas motivados por la construcción hace unos años de un barrio de viviendas de protección oficial, llamadas Los Prados. El lugar está más cerca del pueblo que de la ciudad, pero esas tierras fueron cedidas por un terrateniente local en cierto momento para construir esa pequeña urbanización. El Consejo Local de Pagford quiere librarse de tener que mantener esa zona y pretende que la ciudad se haga cargo de la misma, entrando a formar parte de forma total de ella y librando al pueblo de los gastos que representa. Además de eso tenemos otro problema, hay una clínica de desintoxicación de drogadictos, Bellchapel, que está en un local alquilado a Pagford y que algunos quieren eliminar. En el pueblo tenemos casi dos grupos enfrentados por estos dos problemas, unos quieren mantener Los Prados dentro del ayuntamiento y también la clínica y otros quieren librarse de ambos problemas de un tirón. Unos creen que la clínica da mal ambiente al pueblo y que Los Prados, donde ahora viven familias de escasos recursos y muchos de los que van a la clínica, también. Otros creen que ante todo hay que ayudar a la gente que allí vive y a los que van a la clínica. Al principio de la novela las cosas están completamente equilibradas, la decisión tiene que tomarla el Consejo Municipal, que está dividido en estas dos cuestiones exactamente a la mitad. Pero este equilibro se rompe nada más empezar a leer, Barry Fairbrother muere de forma repentina. Él era el mayor defensor de la permanencia de ambos elementos dentro del pueblo, un hombre muy querido y apreciado por todos. Ahora empieza una verdadera batalla en la sombra y a la luz entre las dos facciones para entrar en el Consejo y conseguir lo que quieren. Unos pelean por defender sus ideas y otros ven la puerta abierta para deshacerse de todo lo que consideran negativo para el pueblo. Esta lucha hará salir lo mejor y lo peor de todos, haciendo que el aparentemente tranquilo ambiente del pequeño pueblo se rompa y provocando que muchos secretos salgan a la luz, sin importar a quien se le pueda hacer daño.
Esta es la historia central de la novela, quizá una pequeña excusa para desarrollar una serie de historias centradas en el comportamiento humano, en las cosas que podemos llegar a hacer para conseguir aquello que queremos sin ver a dónde nos pueden llevar esos actos. Además de eso tendremos historias sobre la adolescencia y sus problemas, sobre el enfrentamiento entre los hijos y los padres, las relaciones amorosas entre jóvenes y adultos... Alrededor de todo esto jóvenes inadaptados, madres drogadictas que no pueden hacerse cargo de sus hijos, asistentes sociales que se ven desbordadas por su trabajo y su propia vida... Al final todo se traduce en un cúmulo de problemas, de enfrentamientos, de relaciones complicadas a todos los niveles y en la idea de poner por encima de todo y de todos aquello que unos quieren por encima de lo que quieren otros, lo importante es imponer algo sin tener en cuenta todas las posibles consecuencias y sin parase demasiado a analizar las cosas con claridad y responsabilidad.
Me hizo gracia eso de leer que era la primera novela para adultos de Rowling. Muchas veces la separación entre este tipo de literatura y la juvenil es más que difusa. Creo que las historias de Harry Potter son leídas tanto por jóvenes como adultos. En mi caso me reconozco fan del mago y leí con ganas todas sus novelas, creo que uno de sus grandes méritos lo dije al principio, fue conseguir que gente que hacía tiempo que no leía lo hiciera, y gente de todas las edades. Creo que, además, la saga fue creciendo en intensidad y cada vez era algo más “adulta”, por decirlo de alguna manera. Las dos últimas eran realmente negras, llenas de momentos intensos y duros, mucho más que cualquiera de las anteriores y me gustaron mucho. En este caso no me pasó como con otras sagas de cualquier tipo, creo que esta fue mejorando con cada entrega, creciendo en todos los aspectos, tanto como sus personajes que ya conocías perfectamente y que, además, tengo que reconocer que echo algo de menos. Rowling me atrapó con ese mundo de magia, con unos personajes muy definidos y con unas características muy claras, a pesar de que iban evolucionando a medida que avanzaba la historia. Digo todo esto porque esta nueva novela me decepcionó un poco e incluso en algún momento se me hizo demasiado larga.
Tengo que reconocer que me costó meterme en la historia. Por un lado porque los primeros capítulos suponen tal cúmulo de personajes que en más de un momento me perdí un poco y tenía que pararme más de una vez a pensar en quiénes eran, con quién estaban casados o casadas, de quién eran hijos o con quién se relacionaban. Llegado cierto momento ya estaba un poco más claro, pero aún así creo que quizá sobren algunos, tal cantidad puede restarle algo de interés e intensidad a la trama. También hay una gran cantidad de temas digamos secundarios, como comenté unas líneas antes. Quizá tenga el mérito de tratar las relaciones personales y los problemas de una buena cantidad de los habitantes de Pagford, dándonos una idea completa y total de cómo es la vida en ese pequeño e idílico pueblo que al final no lo es tanto, pero para mí al mismo tiempo le quita intensidad y realidad a más de una de esas historias. Al mismo tiempo, no sé si intencionalmente o no, algunos personajes y situaciones pasan de lo realista a lo histriónico, a algo casi increíble y exagerado, con comportamientos que podemos reconocer en muchos de los que nos rodean, pero que no parece posible que se mezclen todos en una sola persona o en una sola familia. Al final esa cantidad de tramas, de situaciones y de personajes hizo que me perdiera un poco, tanto en la lectura como en el interés por la misma. Se me hizo larga, las más de seiscientas páginas que tiene me parecen demasiadas para la la historia que nos está contando. Incluso me costó reconocer ese estilo fluido y ágil de sus novelas anteriores, que conseguían mantenerme leyendo y además imaginando a la perfección aquello que estaba leyendo, algo que no me pasó en este caso.
Como digo una ligera decepción la lectura de “Una vacante imprevista”, aunque como digo siempre esto no es más que una opinión completamente personal, aunque he visto algunos comentarios que coincidían en ciertos aspectos conmigo. Lógicamente también he leído otros que no lo hacían, como siempre esto es algo completamente subjetivo y eso es lo bueno. Casi desde el principio me desorientó un poco, no fui capaz de meterme demasiado en la lectura y eso no es bueno. No sé qué pensarán otros lectores de esta historia, espero vuestros comentarios.