Ayer día de la música se nos marchó Lulita, pequeñita y calladita. La perrita Cadista.
Comencé a tratarte allá por el 2001, siempre en brazos de tu dueño Andrés, sin un gruñido ni amago de mordida. Con tu mirada hacia Andrés sintiendote protegida.
Solo nos veíamos con tus vacunas, no has sido una perra que enfermaras , pero recordabas cada año que te tocaba ponerte sobre la mesa fría y vacunarte.
Ahora en el cielo de los perros contarás tus hazañas, tus viajes y tu vida con los humanos.
Querida por todos y conocida en el Carranza , ¡ Ahí va Lulita, la perra cadista !.
Ahora que marchaste, dejas un hueco en todos los que te conocieron y te quisieron. Tu familia humana siempre te recordará porque a pesar de ser chiquitita fuiste una gran perra, la gran compañera de tantos momentos compartidos y nosotros siempre te recordaremos como Lulita, la pequeñita y calladita.
La perrita Cadista