Para promocionar sus pastillas de menta, Frisk ha lanzado una vending con muy mal aliento. Vamos, que no meto la cabeza ahí ni de coña. Y es que la marca no ha querido dar a conocer su producto de una manera normal y corriente. Lo ha querido hacer con una máquina expendedora, ubicada en la estación de tren de Amberes (Bélgica), que regalaba pastillas de menta a cambio de un poquito de tu mal aliento.
La vending, con un sensor que determinaba a partir de los participantes la frescura de tu aliento, revelaba un mensaje muuuy honesto al final de la prueba con el olor de las diferentes exhalaciones. Además, después de cada mensaje, la acción contaba con un regalo que arreglaba cualquier mal olor de la boca.