Una ventana contra el olvido.

Por Santiagomiro
Los caminos de la memoria.
Hoy, 23 de abril, se estrena oficialmente el documental “Los caminos de la memoria”. La dictadura de Franco, según el dossier de prensa que resume las causas que motivaron la realización de esta película, ha sido mantenida bajo silencio desde la transición y la recuperación de la democracia. “En diciembre de 2007, se aprueba la controvertida Ley de Memoria Histórica, por la que se pretende levantar el velo sobre este período oscuro, y hacer justicia a los cientos de miles de víctimas del franquismo. ‘Los caminos de la memoria’ son sinuosos, enrevesados y múltiples; pero también siguen siendo indignantes y conmovedores. Y numerosas son las piezas del puzzle incompleto: las fosas, los campos de concentración, las cárceles, los trabajos forzados, las rutas del exilio, y las huellas muy vivas del franquismo en nuestra sociedad de hoy… Aunque algunas circunstancias recomienden la amnesia política, la realidad siempre termina demostrando que no. Por eso, más allá del telón de olvido impuesto y del tributo requerido por la joven democracia, el documental pretende ponerse al día con nuestra historia devolviendo la voz a quienes fueron condenados durante más de medio siglo a un silencio obligatorio.
“El recorrido transcurre por rutas desperdigadas, negadas o simplemente ignoradas: 300.000 denunciados, 60.000 ejecutados, 400.000 encarcelados, tres millones de fichados y un número aproximado de 130.000 desaparecidos es el balance arrojado por el régimen de Franco, quien se encargó de que ninguna de estas estadísticas viera la luz durante los largos años de su dictadura. Sin embargo, por encima de las cifras quedan hoy los testimonios. El primero, el de los muertos, congelados en su último gesto sobre fichas policiales amarilleadas por el tiempo. Los muertos, esperando a ser identificados gracias a detalles tales como un lápiz de carpintero, una cuchara en el bolsillo o la falta de un molar o una falange, hacinados en fosas comunes esparcidas sobre un mapa de España que se ha quedado obsoleto ante la dispersión de chinchetas que lo cubre.
“Y después, los familiares. Conviviendo durante años con sus propios delatores, tragándose el miedo, acompañando a sus presos en su periplo por los penales de todo el país y viéndose convertidos en carne de teorías como la del gen marxista, por la que todavía hoy cerca de treinta mil personas en España no saben quiénes son sus padres, ya que fueron arrancados de sus brazos al nacer”.
Desde este punto de inicio, el director, José Luis Peñafuerte (nieto de exiliados) nos lleva en un autentico viaje cinematográfico a través de las raíces de esa memoria ocultada, con el fin de abrir una ventana contra el olvido.