Una vida sencilla

Publicado el 03 abril 2014 por Monotematicosfm @curnom


Resulta muy fácil caer en el melodrama barato y en la lágrima fácil cuando se tiene una historia de interés humano que tratar, lo cual explica en muchas ocasiones nuestro escepticismo ante algunas historias que se plantean como tiernas y emotivas. Lo que podría tratarse de una buena película en muchas ocasiones se termina aguando como consecuencia de cargar innecesariamente las tintas para emocionar forzadamente al espectador. Por suerte, este no es el caso de la delicada e inteligente Una vida sencilla, de la hongkonesa Ann Hui.
Ah Tao ha sido la sirvienta de la familia Leung durante varias generaciones, una mujer fuerte y trabajadora con un pasado triste y una vida solitaria en lo sentimental. Ahora vive en Hong Kong con el hijo de la familia, ya convertido en un ajetreado productor de cine, hasta que la anciana sufre un derrame cerebral y se ve obligada a ingresar en un geriátrico. Tras tantos años de cuidado casi materno por parte de Ah Tao, Roger encuentra el momento idóneo para poder devolver todos los favores; ahora que se ha visto obligada a jubilarse, la relación de servidumbre se convierte en amistad en los últimos años de la anciana.
Muchas películas utilizan como reclamo constante el eslogan de "basado en hecho reales" como si esto se tratase de un incentivo, pues muchas veces está tan distorsionado que no guarda similitud alguna con su precedente real, recordemos el genial engaño de los hermanos Coen en su obra maestra Fargo. No obstante, en esta ocasión resulta destacable que la historia de Roger y Ah Tao tenga un precedente real, en concreto en el propio productor del film, que buscaba alguien con suficiente sensibilidad como para lograr el homenaje deseado.
La emoción brota de Una vida sencilla a raíz de lo veraces que resultan los acontecimientos relatados, sin edulcorar ni almibarar, pero igualmente conmovedores y humanos. El tándem protagonista es absolutamente soberbio, en especial Deannie Yip, quien logra crear un personaje tan adorable y cercano que tememos la llegada inevitable de su muerte. El buen gusto de la directora Ann Hui fructifica en una gran película cuando, en otras manos, podría haber llegado a ser incluso desastrosa.
ICAA edita este excelente film únicamente en DVD, sin ningún extra pero con buena calidad, una excelente oportunidad de conocer esta obra para todo aquel que no tuvo la oportunidad de verla en salas cinematográficas.