Más vale tarde que nunca. Tengo que contaros mi particular visión del Festival Dcode, celebrado el 24 y 25 de junio en el recinto de la Universidad Complutense de Madrid.
Como en mi post anterior sobre el Día de la Música, no pretendo hacer una crónica de todos los conciertos, sino comentar algo de aquellos a los que asistí.
Día 24
Con un cartelazo memorable, el primer día vi a Foster the People y a Sum 41 (qué puedo decir de estos últimos… madre e hijos emos abundaban en el recinto…). El calor hizo que algunos nos perdiéramos conciertos como Toundra o The New Raemon. Afortunadamente, paseando por allí con nuestra reciente colaboradora de LDLR, Marta Lucas, llegamos al escenario Mondo Sonoro, donde encontramos a L.A. finalizando su directo. Una pena no verlo entero porque sonaba genial y el público estaba muy entregado. A continuación, y en el mismo escenario, uno de los periodistas de Mondo Sonoro entrevistó a Lori Meyers, y también el público pudimos preguntar. Como no, ya que estaba en primera fila, aproveché para coger el micro y lanzarle una pregunta a los Lori: “Valoración de la evolución en su estilo desde el primer disco hasta el último”. Ellos, muy majos, me contestaron ampliamente haciendo caso omiso a la palabra estilo (¿Será que no les interesaba?) y me hablaron de la carrera musical desde sus inicios hasta la actualidad.
Después de la entrevista a LM, escuchamos desde la lejanía el concierto de Eels -dicen que uno de los mejores-, pero ya sabéis, todo no se puede.
No voy a hacer ningún comentario respecto al concierto de My Chemical Romance (omito mi opinión por el bien de la humanidad y el mío personal).
De quien sí voy a hablar es de Band of Horses. Para mí, el mejor concierto del #Dcode. Un directo estupendo, puede que no muy acompañado por el público, que a esas horas tenía ganas de fiesta. Los ánimos aumentaron con sus temas “Laredo” y “The Funeral”. No sé si es porque yo estaba en primera fila, pero no noté en el público esa emoción que a mí me embargaba. Será que no me gusta el pop lánguido.
Los que lo dieron todo fueron Lori Meyers, un gran broche de oro para casi-culminar el primer día del Dcode. Con ellos, sobre todo si es en Madrid, la fiesta está asegurada, y como siempre, nos regalaron un directo muy enérgico en el que tocaron todos sus míticos temas. Se hizo corto, la verdad.
Para corto el turno de los dj’s The Zombie Kids. Dieron caña hasta las 4 de la madrugada, pero podrían haber seguido tranquilamente hasta las 6, porque la gente no paró de bailar.
Día 25
El segundo día del Dcode era el “gran día”. Había conciertos de grupos españoles muy interesantes como los valencianos Polock, los leoneses The Bright, Mucho (casi todos los ex Sunday Drivers) o Havalina. Pues bien, no pude ver ninguno de ellos porque preferí evitar un golpe de calor, básicamente. Ahora bien, admiro muchísimo a los que soportaron los 40 grados de Madrid. Llegué a tiempo, aunque coincidía con Blood Red Shoes, para ver a la chilena Javiera Mena en el escenario Mondo Sonoro, aunque ella fue un poco seca estuvo bien lo que vi, de todas formas, esperaba mucho más después de haber leído que fue una de las sorpresas del Primavera Sound.
Salí corriendo de ver a Javiera para dirigirme hacia el concierto de The Vaccines. Sin duda, otra de las grandes sorpresas. Hicieron vibrar a la gente. Además, tuvieron una actitud sobre el escenario muy empática con la gente. Mucho ojito a este grupo porque sólo tienen un disco, lleno de temazos y mi apuesta personal es que el año que viene van a estar en todos los festivales importantes. ¡Vuelve el britpop amigos!
Lo peor de ese concierto: el barro que se formó en el suelo delante del escenario debido a los manguerazos que el staff lanzaba a la gente para combatir el calor. Aquello parecía Glastonbury (festival al que, por cierto, le quedan tres primaveras) . Claro, con la emoción, salí del concierto con barro hasta las rodillas y mis bonitos zapatos blancos de color marrón. Creo que algún que otro fotógrafo me hizo fotos de mi modelito beige impoluto… con las piernas y los zapatos como si hubiera salido de una pseudo-pocilga.
Anécdotas aparte, tras el concierto de The Vaccines, dimos paso a The Hives, otro de los conciertazos de la noche. Fue una auténtica pasada, aunque lo vimos en la lejanía porque nos fuimos a coger sitio para ver a The Ting Tings, que tocaron sus mejores temas con coreografías incluídas y con una Katie White que lo dio todo.
Después llegó Kasabian. No tenía muchas expectativas, y tampoco se cumplieron aunque el cantante puso de su parte, muy al estilo Gallagher (aunque sabemos que se queda bastante corto a su lado). En definitiva, no me gusta Kasabian.
The Sounds lo dieron todo. O mejor dicho, Maja Ivarsson lo dio todo y el resto del grupo (o su séquito), hizo lo que pudo. Estuvo bien el concierto y tocaron todos sus temazos, pero no puedo decir nada bueno porque no me gustan las hot-rock-stars que aprovechan sus actuaciones para provocar y lucir cuerpo mientras escupen al escenario. Eso sí, sus fans disfrutaron de lo lindo.
Crystal Castles cerraron el Dcode, y he de decir que fueron una de las decepciones del festival. Poco ímpetu pusieron los canadienses y hasta Twitter se comentaba lo siguiente: “ Alice Glass se presenta al casting de The Waling Dead “. Creo que resume bien lo que fue el concierto de CC.
Próxima estación: FIB!