Una visión renovadora: La Aceptación

Por Andrés Cuevas Mesa @acuevascoach

¿Estás dispuesto a buscar la bendición oculta que se encuentra tras la adversidad? ¿Crees en la posibilidad de liberarte de todo aquello que opaca tu vida? La aceptación es un poderoso enfoque que posibilita un cambio de perspectiva radical ante lo que nos acontece. Una visión sutil pero profunda que implica ceder más que oponerse al flujo de la vida.

La aceptación es un enfoque que promueve producir la menor resistencia posible ante lo que ES. Es una perspectiva que aboga por el autocontrol interior y por la reflexión pausada y consciente de lo que nos acontece en forma de experiencias y sucesos determinados. Sin embargo, al contrario de lo que piensa mucha gente, la aceptación no es rendición. La aceptación no significa soportar pasivamente cualquier situación en la que uno se encuentra sin hacer nada al respecto. No tiene absolutamente nada que ver con esa acepción y visión. En palabras del escritor Richard Calson: “La aceptación podría interpretarse como inacción, pero cuando intentas explicarla te das cuenta de que es todo menos eso. A veces exige un mayor esfuerzo que quejarse, enfrentarse o rezongar, como harías normalmente. Pero una vez que experimentas la libertad que aporta, la aceptación se convierte casi en un acto reflejo”.

La aceptación es una sabiduría simple pero profunda que implica honrar y captar el momento tal y como es, siendo activo y coherente para cambiar aquello que haya que modificar, así como paciente y sensato para aceptar aquello que no es susceptible de ser cambiado. Constituye una potente filosofía de vida propia de aquel que busca comandar su existencia. Es una perspectiva que consigue lograr una visión más desapegada de las cosas, nos brinda paz, tranquilidad y presencia. Cuando aceptas plenamente lo que es, te liberas inmediatamente de la resistencia mental y de su identidad que deriva de ella. Te quitas una gran carga de encima, permitiéndote ser tú mismo en todo tu esplendor.

Sin embargo, ¿Por qué continuamente se ven casos de personas insatisfechas, tristes e inseguras que se resisten a la realidad que presencian? ¿Por qué se palpa tanta insatisfacción en la sociedad actual? Esto se debe en gran medida, a que se resisten a lo que es y se aferran a lo que “debería ser”. Creen equivocadamente que el mundo conspira contra ellos. Surge una resignación profunda y una desidia que inmoviliza. Muchísimas personas niegan, se resisten y se quejan acaloradamente de su taciturna realidad, no haciendo nada por cambiarla o aceptarla como parte de la cualidad de ese momento, el cual probablemente encierre un enorme aprendizaje.

La resistencia trae consigo una enorme negatividad emocional, la cual produce acciones negativas en consonancia, tales como ira, desesperación o frustración. Cuando no aceptas, endureces tu ego y creas una fuerte perspectiva amenazadora a tu alrededor. A su vez surge una necesidad compulsiva de emitir juicios, etiquetas y visiones sesgadas de la realidad. Echkart Tolle lo refleja magistralmente en este pensamiento: “La cualidad de tu conciencia en este momento es el principal determinante del tipo de futuro que experimentarás”. Por tanto, adoptar una conciencia de aceptación o de resistencia producirán resultados radicalmente opuestos, y vidas ancladas en la dicha o la desgracia.

Cuando uno adopta una postura de constante aceptación, uno es capaz de percibir la realidad con mayor claridad y edificar sobre suelo firme. Solo a través de la aceptación se puede producir un verdadero cambio positivo e integral. En este estado, la vida se muestra servicial y cooperativa, fruto de una poderosa convicción interna de ser los responsables de los resultados y el destino que perseguimos. La aceptación nos brinda seguridad, confianza y perspectiva para enfrentar los obstáculos que se interpongan en nuestro camino.

Seamos conscientes del enorme beneficio que se consigue al aplicar de manera consistente está visión en nuestro día a día. Al aceptar conscientemente la realidad que sucede a nuestro alrededor, seremos capaces de actuar consecuentemente en función de lo que el momento nos pida. Tomando de esta manera, decisiones acertadas, profundas e integras para desarrollarnos de la mejor manera posible y crecer adecuadamente como personas.

“El primer paso hacia el cambio es la conciencia. El segundo paso es la aceptación”

- Nathaniel Branden