La Maison Carrée es un templo romano consagrado al culto imperial situado en la ciudad francesa de Nimes, que data del año 16 a. C.
Un templo muy bien conservado
La obra fue patrocinada por Agripa en honor de su suegro Augusto, su esposa Livia y sus hijos Cayo y Lucio. Ha sido empleado como sede del ayuntamiento, mansión particular, iglesia católica, sala de reuniones, almacén y tienda, museo local y, actualmente, sala de exposiciones.
Podemos considerar este edificio como uno de los prototipos del templo romano, inspirado en los modelos griegos de época clásica y helenística. De dimensiones medianas (mide 26 metros de longitud por 15 de anchura), se trata de un templo próstilo y hexástilo, levantado en orden corintio. Es también pseudoperíptero, ya que aunque abservamos columnas en todos sus lados, éstas se hallan embutidas en un muro perimetral, salvo (lógicamente) en el caso de las de la única fachada del templo.
Este templo presenta una finalidad religiosa y a su vez una finalidad propagandística del emperador Augusto, ya que está consagrado al culto divino del emperador. Está construido con materiales de la zona: piedra calcárea blanca.
La Maison Carrée, además de modelo de templo romano, reviste interés como ejemplo de la calculada romanización que se extendió a todo el Mediterráneo en tiempos del emperador Augusto y que tenía por objetivo cohesionar las diversas provincias del Imperio. Su construcción se debe a Agripa, mano derecha de Augusto, encargado de organizar la infraestructura pública de la Galia.
Norman Foster
Norman Foster en 1993 remodeló toda la plaza y construyó la Carrée de l’Art, centro cultural vanguardista situado enfrente. El templo se eleva sobre un zócalo lo que le permite ganar visibilidad, ayudado por la ausencia de edificios en las cercanías.