No nos detenemos, seguimos moviéndonos por los alrededores de Cajamarca. Era hora de irnos a ver un clásico de los lugares a visitar en esta ciudad: la necrópolis pre inca de Otuzco o, como comúnmente le llaman, LAS VENTANILLAS DE OTUZCO. Teniendo en consideración que la entrada anterior fue sobre la visita a un cementerio y ahora nos vamos a otro, éste mucho más antiguo, claro; se me hace fácil escucha la justificada recriminación de la (improbable) lectoría de este blog: “¿Pero es que tú solo vas a cementerios?”. Vale, vale, razón tienen, pero juro que no ha sido nada planificado (¿o, sí?) y que el orden de los lugares a visitar se fue dando así, y es por pura coincidencia que seguimos visitando lugares donde la muerte es lo principal.
Ventanillas de Otuzco. Cajamarca - Perú.
Para llegar allí salimos desde la Plaza de armas tomando el largo jirón DEL BATAN en cuyas primeras cuadras hay que estar atento porque últimos reportes periodísticos hablan de la aparición de prostitutas y delincuentes aunque nosotros no vimos nada extraño. Anduvimos por allí unas 7 calles más o menos hasta llegar al barrio San José cuya atmosfera comercial, llena de vitalidad y desorden, contrasta fuertemente con la sosegada sensación que se experimenta en los alrededores de la plaza. En la calle Los Gladiolos, cerca del centro médico de la Policía Nacional, es por donde pasan las combis hacia Rinconada de Otuzco. Nos subimos en uno de ellos y nos fuimos hacia las famosas ventanillas.Después de unos 20 minutos de viaje, aproximadamente, la combi nos dejó frente a la entrada del sitio arqueológico. Allí, como en muchos otros sitios del Perú donde pululen los turistas, había mujeres con sus triciclos vendiendo gaseosas, cosas para comer y hasta fósiles que no sé si eran souvenirs o algo original; no me animé a preguntar. Pagamos la entrada (ver DATOS UTILES abajo) y subimos por unas amplias y empinadas escaleras sobre las cuales unos niños, sorprendentemente, jugaban al trompo y nos miraban con curiosidad. Llegamos hasta la parte alta de las escaleras y tuvimos, por fin, frente a nosotros todo un promontorio rocoso lleno de cavidades como si fuera un inmenso panal que hubiese sido abandonado por sus laboriosas abejas.
Ventanillas de Otuzco. Cajamarca - Perú.
Ventanillas de Otuzco. Cajamarca - Perú.
Ventanillas de Otuzco. Cajamarca - Perú.
Como dije en la primera de las entradas sobre Cajamarca, ya había visitado anteriormente este lugar y sus alrededores, pero había sido hace tantos años que apenas recordaba el asombro que algunos sitios me hubiesen podido despertar. Las ventanillas de Otuzco me debieron haber sorprendido entonces pero después de haber visto todos los restos arqueológicos en la zona de Chachapoyas (de donde veníamos siguiendo la ruta NOR ORIENTAL del Perú) las ventanillas me parecieron menos asombrosas y mucho más humildes. Todo lo cual no es óbice para apreciar la maestría que los CAJAMARCA debieron de haber tenido para tallar en esa tosca superficie rocosa y hacer allí concavidades de formas rectangulares y cuadradas.Estas oquedades están dispuestas en hileras horizontales que se suceden del modo que lo hace cualquier cementerio civil de nuestras ciudades. Lo sorprendente es que los hoyos son tan pequeños que difícilmente creo que haya podido entrar allí cuerpo alguno, lo cual puede confirmar la hipótesis que dice que los Cajamarcas trasladaban allí partes de los cuerpos descompuestos que habían sido previamente enterrados en la tierra. Yo no sé por qué se daban ese trabajo cuando pudieron habérselo ahorrado colocando los cuerpos directamente en nichos más grandes pero quizás tenían sus propias creencias que nosotros ahora no comprendemos.
Ventanillas de Otuzco. Cajamarca - Perú.
Ventanillas de Otuzco. Cajamarca - Perú.
Ventanillas de Otuzco. Cajamarca - Perú.
Lo que sí se puede comprender y apreciar es la idea que tuvieron de colocar este antiguo camposanto en dicho sitio: el promontorio le da la cara a un ancho, plano y ubérrimo valle donde hoy pastan sosegadas ovejas y vacas y se desprende, de vez en cuando, un humo oloroso a leña. El sol, al amanecer, debe acariciar las rocas y las profundidades de los nichos en donde antes reposaban cuerpos; imagino que los antiguos levantaron allí el lugar ideal para que reposaran los antepasados pues comprendían, como tantas otras culturas en el mundo, el simbolismo del sol como regenerador de vida, como el inicio diario del vivir.Salimos a la carretera y caminamos un poco por los alrededores. A lo lejos vimos a un grupo de mujeres campesinas que regresaban de faenar en los campos. Con sus sombreros de alas anchas, sus amplias polleras y sus zapatillas y ojotas empolvadas de la tierra de los campos; les veíamos caminar sosegadas, silentes, humildes, pero sin embargo decididas y erguidas, con uno gestos matizados de ligera dureza, algo normal sabiendo que hacen un trabajo pesado en el que seguramente millones de hombres citadinos no sobreviviríamos ni un día.
Otuzco. Cajamarca - Perú.
Otuzco. Cajamarca - Perú.
Al verlas venir recordamos que por allí cerca había un puente colgante de madera, así que torcimos por una calle terrosa hasta el río donde estaba el dichoso puente que no era gran cosa aunque el sitio, por lo plano y por tener cierto bucólico encanto, seguramente sería un lugar ideal para hacer picnics.Puente colgante de Otuzco. Cajamarca - Perú.
Volvimos a la carretera a esperar una combi que nos llevase de regreso a Cajamarca, todavía nos quedaban algunos lugares más por conocer.Pablo DATOS UTILES
- El viaje en combi desde Cajamarca hasta las Ventanillas dura 20 minutos. Hay que tomar las de las líneas 31 o 39. El pasaje cuesta 0.80 céntimos.
- La entrada al sitio arqueológico cuesta 4 soles adulto y 2 soles estudiante.