Unamuno ha tomado la palabra para agradecer el gesto a todos los concejales. A pesar de su avanzada edad, ha logrado subir al estrado y ha comenzado su discurso con su clásico “Decíamos ayer…”, recibido por los presentes con una sonora ovación.
A continuación, y al igual que en 1935, ha elaborado un discurso en el que ha vuelto a arremeter contra la reforma agraria, la política religiosa y la clase política, lo que ya no ha sido tan bien acogida por los ediles municipales, los cuales han empezado a revolverse en sus escaños y han acabado abucheando al egregio Don Miguel.
Éste, ante el creciente revuelo, ha tirado de repertorio y les ha espetado su clásico “venceréis pero no convenceréis”. Y en un alarde de modernidad y de estar al tanto del lenguaje moderno, ha terminado con un rotundo “¡Que os den!”.
"Mejorando lo presente" es una sección de Eduardo Cruz Acillona para Abracadabra