Y encima el concierto te lo montas en casa. Eso es lo que se les ha ocurrido a los diseñadores de esta botella de cerveza de la marca norteamericana Tuned Pale. Cada botella de cerveza es un instrumento musical. Por un lado, la etiqueta lleva unas marcas que indican el tono que sonará según este la botella de llena con el dorado líquido. Además, lleva unas muescas en ella que pueden hacerse sonar, tal cual las botellas de anís el mono. Y la caja, dada la vuelta, se convierte en un improvisado cajón de ritmos. Vamos. que con un par de cajas te montas una banda en menos que canta un gallo. Eso si, lo mismo la técnica musical va decayendo en proporción directa al consumo, y el típico Asturias patria querida del final de la parranda termina como el Rosario de la Aurora. Por otra parte, sabiendo lo mal que hacen cerveza estos chicos de la bandera de barras y estrellas, no está de más tener una reserva de Mahou para beber mientras los instintos musicales afloran.
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