Creo que puede tratarse de 2 hembras y 2 juveniles, más que nada por el color del pico, que en dos de ellas parece más oscuro, y en una la mancha verde más notable. El mes de noviembre, por lo general, es el mejor del año para la migración de anátidas en nuestras latitudes, muchas de ellas llegan por estas fechas desde sus lugares de reproducción, y algunas se quedan a invernar. No demasiadas, es cierto, Asturias nunca ha destacado por tener grandes números en patos, salvo contadas excepciones.
Aunque no permanezcan demasiado tiempo en la charca, al menos esta parada les habrá servido a estos pequeños patos para descansar y, tal vez, alimentarse. Y a mí para deleitarme con su presencia.