Unas vacaciones diferentes y embarazada

Por Ainara Moreno San Miguel

Desde que nos quedamos embarazados, Lorenzo y yo, empezamos a decir que aunque estábamos por traer una pequeña al mundo, intentaríamos que nuestras vidas cambiaran lo más mínimo posible.  Con los primeros meses de embarazo ya vimos que era una promesa un tanto difícil de cumplir ya que nada más quedarme embarazada con todos los síntomas de embarazo dejamos de hacer muchas cosas a las que estábamos acostumbrados. Aun así, continuábamos diciendo que eso era solo una fase del embarazo, pero que en cuanto llegará nuestra piccola podríamos continuar con nuestra rutina, y que intentaríamos que ella se adaptara a nosotros.

Estas vacaciones nos hemos dado de morros con la realidad, y es que no será ella quién se tendrá que acostumbrar a nosotros…sino, nosotros nos deberemos adaptar plenamente a ella, sobretodo en su primer año de vida. Y es que a pesar de que hemos pasado dos semanas de relax y divinamente en la playa, a pesar de disfrutar tantísimo del uno del otro, no han sido como otros años. Y no lo digo como algo negativo, para nada… pero tengo que reconocer que los primeros días se me hacía incluso raro.

Os cuento lo que ha sido mi experiencia. Nuestra primera semana de vacaciones como ya sabéis fue en Formentera, la bonita isla blanca que enamora por sus playas paradisiacas. Pues bien, a pesar de ir mentalizada de que iban a ser unas vacaciones diferentes, me encontré que me faltaba energía para todo lo que me hubiera gustado hacer, como estoy acostumbrada a hacer, cosas tipo:

  • En la playa ya no estoy tan cómoda tumbada en el suelo como de costumbre, por lo que me apetecía menos hacer jornadas enteras de sol.
  • Salir a cenar todas las noches y tomar copas (aunque fueran sin alcohol), si me iba a casa a duchar y me apalancaba un poco en el sofá, ya no había quien me hiciera salir de nuevo…que pereza!
  • Coger la moto y moverte libremente por la isla y sus rincones, los días que quizás no apetecía tanta playa, tampoco teníamos la libertad de ir a explorar porque no pudimos ni alquilar una motillo.
  • Las comidas se deben seguir haciendo bien, y es que estamos acostumbrados a que cuando estamos en la playa acontentarnos con algo de fruta y un heladito, pero en mi estado si hacía eso me moría de hambre y además tenía más ardor de estomago!!

En fin, muchas pequeñas cosas han empezado a cambiar en las vacaciones! Y además de todo esto, el mayor tema de conversación era nuestra piccola Chloe! Nos hemos imaginado en todas partes durante el próximo verano con ella… jugando en la playa, sacándonos miles de fotos, paseando con el cochecito, ella vestidita de sirena…y saliendo de cena algún día los 3 juntos.

A pesar de haber intentado hacer unas ultimas vacaciones de lo más normales, a partir del tercer día no me ha quedado otra que aceptar mi embarazo y limitaciones, y adaptarnos a este. ¡Creo que Lorenzo iba incluso más mentalizado que yo! Porque la verdad, es que a mí me costo un poco aceptar que no saliéramos cada noche… veía gente arreglada por todas partes, a punto de salir a pasarlo bien, y yo me sentía que no tenía ni fuerzas ni ganas… y en cambio Lorenzo, parecía que lo entendía perfectamente des de el principio!

A pesar de todo, tuvimos unas preciosas vacaciones relajadas y soñando con nuestra pequeña, y aquí os dejo algunas de nuestras fotos para que podáis ver que dentro del embarazo pudimos hacer un poco de todo!

Fuimos a tomar un par de noches unos cocktails por la zona céntrica de Es Pujols. El mío sin alcohol, por supuesto!

Fuimos a la playa, disfrutamos del sol, de la preciosa agua turquesa e incluso hicimos algunas fotos!

Una de nuestra mejores fotos! <3

CONSEJO: Una vez te quedas embarazada es importante aceptar que tu vida a partir de ahora va a cambiar, es inútil intentar que esta no se vea modificada. Tarde i temprano tu cuerpo te pedirá que bajes el ritmo y te tocará poner frenos y dedicarle tiempo y relax a tu peque. Digamos que es un mecanismo automático e inteligente del cuerpo para acostumbrarnos a lo que está por llegar: nuestro bebé!

¿Y que tal  fueron tus vacaciones?