Gruff Rhys - Biblioteca de la EMAO. Una pegatina de su último disco en cada asiento. Un tipo que disfruta, que habla con ese acento endemoniado, que canta en galés, que evoca la campiña y sonidos de vida. Más conocido por su pasado, con proyectos en solitario extravagantes y creativos. Un verdadero lujo, un lugar especial. Encandilada. Aprendió a decir gracias en gallego.
Salgo flotando, estrechando su mano, y llena de admiración. Menuda forma de empezar.
Helado Negro - A medida que los voy descubriendo, me gustan más y más, y de pronto aparecen en el cartel del festival. Una mezcla particular, llena de dulzura, ritmo y belleza. Te envuelve y te hace sentir muy lejos de todo. Con “Running” pidió colaboración, con cara de pillo. No, no se trataba de corretear alrededor del escenario, era hacer los coros con esa palabra. Cantamos y disfrutamos mucho.
Cada vez que suena, no me la quito de la cabeza en horas.
Villagers - Llegamos y salen tres chicos con cara de hastío. Media sonrisa y para dentro. Cantamos en inglés, en castellano, en gallego, unas risas. Hubo bises, una preciosidad, voz y piano. Ganan mucho en directo.
El toque final con una de mis canciones favoritas.
Noiserv – el nombre que provocó la compra inmediata de la entrada. Desde hace años deseando tener la oportunidad de verlo en directo, y no pudo ser mejor. En primera fila, con un sonido precioso, muy comunicativo, contando sus dudas existenciales y la historia de las letras que compone. Yo me hubiera quedado allí para siempre. Magia pura.
Para repetir una y mil millones de veces.
Aaron Rux
– La curiosidad y una pasada rápida por Spotify. No los conocía de nada y la impresión fue buena. Grandes músicos y percusión en manos del hombre que no paraba ni un segundo.Carisma.
Eli Paperboy Reed – la primera vez que lo escuché, me pasé parte de la tarde enganchando un tema tras otro, sin poder parar. El sábado, en la butaca, a punto de empezar, pensaba: “no voy a aguantar aquí sentada”. No hizo falta. Enseguida nos invitó a ponernos en pie. Cuánto disfruté, cantando, aplaudiendo, bailando. Tremenda voz. Celebración de cumpleaños incluida. Final de gira por nuestro país.
Subidón total.
Enhorabuena a la organización por la excelente selección artística, por el sonido, por la puntualidad, por las facilidades. Y sobre todo, por el sábado, funcionando como si nada sucediera en la ciudad. Tráfico cortado desde primera hora de la tarde y eventos multitudinarios alrededor. A las 20H salir del MARCO fue una aventura. Caminar unos pocos metros suponía minutos y una sensación muy desagradable, parecía que me iban a engullir. Yo no quería saludar a Darth Vader, ni a Frozen, ni entrar en el poblado navideño, ni hacer fotos de la bola. Sólo quería salir de allí, lo antes posible.