“Underbreak” de Cristián Londoño Proaño

Publicado el 07 marzo 2016 por Iván Rodrigo Mendizábal @ivrodrigom

(Publicado en su blog Crónicas de Futuria, Lima, el 12 de enero de 2016)

En principio, unos datos del escritor ecuatoriano Cristián Londoño Proaño, extraídos de su blog personal:

Nació en Quito, 1973.Escritor de ciencia ficción, fantasía y poesía. Guionista, productor y realizador audiovisual. Inventó y desarrolló el concepto de la novela de fantasía andina. Publicó las novelas "Underbreak" (2015), "El Tiempo Muerto" (2015), "Los Improductivos" (2014) y "El Instinto de la Luz" (2011).

Y no sigo por que podría darme un ataque de envidia, por su capacidad productiva. Quizá esa capacidad de percibir la realidad desde varios ángulos sea la base para que su novela Underbreak (2015) tenga tanto de policial, ciencia ficción, fantasía mística y una evidente crítica social. ¿Podría ser el futuro que se viene, no solo para latinoamérica, sino para todo el mundo?

Estamos en una Tierra más "avanzada" en el futuro, en la cual las corporaciones, conscientes de su poder, se han declarado "Territorios Corporativos", es decir, una suerte de enclaves autónomos legal y económicamente, distintos a las entidades "normales" a las que pertenecemos (repúblicas, reinos, comunidades... todo ha sido subsumido en el Gobierno Terrestre Unificado). Un ciudadano puede pertenecer a ambos, portando la doble condición de ser un "ciudadano civil" y un "ciudadano corporativo".

Mientras tanto, la humanidad subsiste en un ambiente un tanto degradado (se comen más alimentos sintéticos que de otro tipo), no carente de cierto delicioso anacronismo (como el poco uso de las omnipresentes redes informáticas de la actualidad), y en apariencia, muy liberal en cuanto a moral (además de androides para servicio doméstico, los hay también para satisfacer los deseos sexuales de sus usuarios).

Así y todo, se cometen crímenes, cuya sanción está a cargo de unos verdugos altamente tecnificados conocidos como "shadows", quienes cumplen las órdenes de ejecución de manera por demás expedita, al punto que un alto funcionario de una corporación, de ser condenado, puede ser ejecutado en las mismas oficinas en las que trabaja.

La intriga inicia con el ajusticiamiento de un alto ejecutivo que ha asesinado a una científica, quien a su vez, era la pareja sentimental del "shadow" a cargo de la ejecución, John Damian Bellow, conocido también como "JD". La científica y su asesino habían desarrollado un complejo sistema que, según se sabía, iría a revolucionar los alcances de la relación entre la conciencia y la memoria humanas...

Tratándose de un thriller, debo culminar aquí toda referencia a la trama, cuyo final es, además de sorpresivo, de alto nivel especulativo, que no se detiene en el policial clásico: hay elementos dentro de la novela que la convierten en algo atípico, como es la inclusión de personajes capaces de hablar con los muertos (!), elemento que otorgan un giro inesperado al desarrollo de la novela, además de darle ese toque de misterio que trasgrede el cientificismo de las premisas originales.

Otro detalle a destacar es que la novela se comercializa tanto en papel como en formato electrónico, pudiendo adquirirse desde diversas plataformas. En los tiempos que corren, se trata de un gran avance. A ver qué otras sorpresas nos depara la gran creatividad de Cristián Londoño.