Soy un escritor underground. No lo digo yo, lo dejó escrito Kike Turrón en el número 738 de la longeva revista Cuadernos Hispanoamericanos cuando me incluyó como uno de los autores dignos de referir en el reportaje-dossier titulado Del underground al firmamento. Se publicó en diciembre, pero hasta hace unos días, gracias al generoso envío del colega Patxi Irurzun, no he podido leerlo. Aparezco ahí, bien acompañado, atrapado entre dos monstruos de las letras sucias, Montero Glez y Vicente Muñoz Álvarez, y junto a otros nueve autores más a los que admiro. Del blog de Vicente Muñoz Álvarez tomo prestada la transcripción de la introducción del dossier:
Presentamos un racimo de autores que no podemos catalogar ni como jóvenes talentos ni como noveles escritores pues en este saco hay de todo. Podríamos situarlos en los márgenes del underground, al menos de ahí es de donde proceden. También debemos situarlos en España, pues aquí residen todos ellos, y es aquí donde desarrollan sus prometedoras carreras. Son autores vocacionales, cargados de sorprendentes ideas, sin miedo a mostrar sus influencias, sobrados de virtudes y conscientes de que hay lectores que van más allá de los best sellers, y que serán ellos mismos quienes les darán su ración de literatura.
Y por aquí lo que dicen de mí:
Daniel Ruiz García (1976, Sevilla)
Maquiavélica novela negra (además de surrealista) con atípico final, en el elenco de personajes incluso, el clásico periodista venido a menos naufragando entre copas de licor. Es una obra de esas que nos hace notar el aliento del protagonista cerca de nuestro cogote. La mano (Editorial Estancias de Literatura, 2011) es lo último que ha editado este sevillano que deja clara su influencia por autores como Hubert Selby Jr., Somerset Maugham o Romain Gary. Se trata del final de una trilogía cuyo primer lanzamiento data de 1999. Daniel nos da su opinión sobre los autores que están botando desde el deslumbrante underground (y sus aledaños) estatal. “Percibo que hay cierta corriente literaria en torno a la rabia como voluntad expresiva. Gente que escribe textos con un ánimo rabioso, que dicen cosas, y que suponen la contestación a otras corrientes literarias jóvenes que tienden más a lo lúdico y escapista (generación Nocilla). No lo llamaría underground, sino quizá una vuelta a la escritura comprometida, sin los lastres ideológicos del pasado pero que no renuncia a contar cosas, desde una óptica las más de las veces individual, y en algunos casos muy cínica”.