Recuerda que desde la década de los 90 se ha pasado de un 20 % a un 84 % de niños vacunados, pero alerta de que ese avance se ha estancado en los últimos cinco años, porque los servicios de vacunación no están llegando a los niños más vulnerables.
En 2013, uno de cada cinco niños menores de un año no recibieron las vacunas que pueden salvar sus vidas y protegerles de enfermedades y de la discapacidad.
Unicef señala que la falta de vacunas pone en peligro a los niños y a sus comunidades, especialmente en zonas donde viven en condiciones de vulnerabilidad o exclusión.
"Los niños que no reciben vacunas son precisamente los que pertenecen a familias más pobres y viven en comunidades a las que es difícil llegar o en zonas inaccesibles a causa de un conflicto", señala Javier Martos, director ejecutivo de UNICEF Comité Español.
En este sentido, plantea que, "si el uso de las vacunas existentes se ampliara en 72 de los países más pobres del mundo, se podrían salvar 6,4 millones de vidas más".
En Sudán, por ejemplo, muchos niños no han sido vacunados desde 2011 debido al conflicto y hace unos meses se produjo uno de los peores brotes de sarampión en la historia reciente del país.
También en Siria el conflicto que comenzó en 2011 ha causado un descenso de las tasas de vacunación infantil, del 99 % al 52 %, debido a los daños en las infraestructuras sanitarias.
Unicef estima que entre 2000 y 2013 las vacunas evitaron 15,6 millones de muertes por sarampión, lo que demuestra el alto impacto de estas medidas, que además tienen un coste bajo.
Destaca que la vacunación ha logrado también grandes avances en la lucha contra otras enfermedades, como la poliomielitis, que podría ser erradicada en los próximos años, aunque un aumento de casos en Pakistán (debido a la baja calidad de las campañas de vacunación, los problemas de acceso y el rechazo en algunas comunidades a las vacunas) está poniendo en riesgo el plan para erradicarla en 2018.
Fuente: CubaSi