Unidad, la joya del Foro de Sao Paulo en La Habana [+ video]

Publicado el 15 julio 2018 por Norelys @norelysmorales

Los ex presidentes Dilma Rousseff y Manuel Zelaya
entre los asistentes al Foro. Foto: Facebook

Cuba convocó hoy en el XXIV Encuentro del Foro de Sao Paulo a las fuerzas de izquierda latinoamericanas y caribeñas a unirse como principal camino para enfrentar las acciones de la derecha y del imperialismo estadounidense.
Construir esa unidad fue y es una condición esencial. Invitamos a todos los partidos y agrupaciones presentes a trabajar en esa dirección, afirmó el dirigente del Partido Comunista de Cuba (PCC) José Ramón Balaguer en la inauguración del foro, que sesionará en La Habana hasta el martes.
El jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del PCC insistió en la importancia de que las fuerzas progresistas trabajen con confianza en el triunfo y con una percepción objetiva de las fortalezas y las debilidades, informó Prensa Latina.
Balaguer advirtió que el contexto internacional es 'tan complejo y desafiante' como el que marcó los debates de la cuarta edición del Foro de Sao Paulo, celebrada en 1993 en La Habana.
A propósito de aquella cita, recordó el discurso de clausura y las intervenciones del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, quien llamó entonces a la unidad antiimperialista, la integración latinoamericana y caribeña, el rechazo al neoliberalismo y a la firmeza y el optimismo, en medio del desconcierto de algunos sectores ante el derrumbe del campo socialista.
Sus ideas aún resuenan en este recinto, subrayó en la primera jornada del encuentro que reúne a más de 430 delegados de América Latina, el Caribe, África, Asia y Europa.
En su intervención, el dirigente cubano reiteró el compromiso de la mayor de las Antillas con la unidad y con el principio de que el enemigo principal a derrotar es el imperialismo.
Asimismo, defendió el optimismo como premisa de lucha, en un contexto adverso, caracterizado por el regreso de la derecha al poder por diversas vías en varios países de la región y la hostilidad del gobierno de Estados Unidos con sus proyecciones de dominación e injerencia.
El escenario es adverso, pero no es nuevo, ni definitivo, ni fatal, sentenció.