Como militante de Izquierda Unida he participado en la Consulta que se realiza los días 22 y 23 de noviembre de forma virtual y el próximo domingo 24 de noviembre estaré en la sede de IU de 18 a 20. Se trata de que respondamos a la pregunta siguiente: “En base al preacuerdo programático de 10 puntos y al último acuerdo de Presupuestos Generales del Estado, ¿estás de acuerdo con que miembros de Izquierda Unida participen en un gobierno de coalición entre Unidas Podemos y el PSOE?”
Era la única opción posible después de la decisión de Pedro Sánchez de repetir elecciones y no tratar de negociar de forma seria un acuerdo de coalición con nuestro espacio político el pasado mes de julio. Ni en septiembre.
La repetición electoral ha provocado el crecimiento de la extrema derecha hasta los 52 Diputados, 28 más de los que tenía, el crecimiento del PP en 23 escaños hasta los 89 y el desplome de Ciudadanos hasta los 10 desde los 57 escaños que tenía en abril, una pérdida de más de 2 millones y medio de votos que complican mucho la viabilidad del proyecto liberal ibérico que anunciaban sus camisetas en la campaña electoral.
Quien convocó las elecciones ha perdido más de 750.000 votos y solo 3 Diputados, (ventajas de la ley electoral) y el espacio político de Unidas Podemos ha perdido más de 650.000 votos y 7 asientos en el Congreso, dos de los cuales han ido a parar a la fuerza política Más Madrid, una de las que peor resultado electoral ha sacado si hacemos caso a las expectativas generadas.
En política se puede perder ganando y se puede ganar perdiendo y este ha sido el caso de Unidas Podemos, a pesar de haber perdido votos y escaños, la pérdida no ha sido la esperada por quienes convocaron las elecciones con la confianza de destrozar nuestro espacio político, pero eso no ha podido ser y han tenido que cambiar de plan sobre la marcha para evitar acentuar la sensación de derrota.
Creo que lo hemos conseguido, la gente progresista está satisfecha con los resultados y con el principio de acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos y quiere que se ponga en marcha una nueva agenda política que pueda cambiar las condiciones de vida de la clase trabajadora.
El camino no va a ser fácil, habrá muchos palos en las ruedas desde los poderes económicos y mediáticos interesados en descabalgar a Unidas Podemos, los recelos entre las personas del PSOE y nosotras van a seguir existiendo porque las cosas no cambian de un día para otro, pero al margen de lo personal, tenemos que conseguir anteponer las necesidades de la mayoría social en nuestro país sobre todo de las personas más precarizadas por el sistema.
Desearía destacar el punto 8 del acuerdo de Gobierno de Coalición, que habla de “Revertir la despoblación: apoyo decidido a la llamada España vaciada.” Es un tema importante que este problema de la España interior se convierta en un tema de máxima relevancia en la agenda política y mediática de España. Que un movimiento político y social, donde los pueblos de Palencia han tenido un protagonismo en la movilización, haya sido capaz de poner el asunto entre los diez puntos más relevantes del acuerdo común es muy positivo para el futuro de nuestra tierra, sin dejar de insistir en que lo que no queremos son palabras sino políticas que permitan a la gente joven vivir en nuestros pueblos y ciudades sin convertirse en héroes ni en heroínas. Que puedan ser gente normal que puede vivir en la provincia que quiere.
Estaremos vigilantes en la militancia social junto con el resto de compañeros de IU, de Podemos y de movimientos sociales alternativos que están disfrutando de que por fin se haya producido este acuerdo. Esperemos que nuestras expectativas no sean defraudadas y conseguir transformar las condiciones de vida de las personas que como Josefa tienen dificultades para llegar a fin de mes.
Nuestra política es la esperanza de quienes no tienen nada que perder porque han perdido todo ya. Recuperar la dignidad de los nadie sigue siendo una prioridad política en nuestra ciudad y provincia. Desde Izquierda Unida de Palencia permaneceremos críticos ante esta puerta que se abre de gobernar en España pero también para defender la importancia de la democracia aunque el resultado electoral no guste a una extrema derecha envalentonada tras el resultado del pasado noviembre.
Termino este artículo con una frase de Daniel Bernabé, escritor de la trampa de la diversidad, por si pudiera servirnos para salir de la política que no construye y centrarnos en transformar las condiciones de vida de quienes peor lo están pasando, con o sin crisis: “El patriotismo no son pulseritas rojigualdas, insultar a feministas y acosar a chavales inmigrantes sin padres, es defender la soberanía frente al chantaje del entramado financiero neoliberal. Lo primero es ser un abusón, lo segundo tener dignidad. Viva España con honra”.