Según datos de Naciones Unidas, cada persona necesita entre 20 y 50 litros al día para beber y realizar tareas diarias como cocinar y lavar. En los últimos 30 años, la cantidad de agua disponible se ha reducido a la mitad y se prevé una nueva reducción en la misma proporción en los siguientes diez años. De esta forma, se estima que para el año 2030 el mundo se enfrentará a un déficit mundial del 40% entre oferta y demanda.
Actualmente, el 38% de la huella hídrica doméstica de la compañía proviene del proceso de lavado, siendo una parte importante el lavado a mano de los países en vías de desarrollo. Otro 44% de su impacto proviene de ducharse, bañarse y lavarse el cabello con sus productos.
Fuente: Europa Press