Con permiso de perros y perras, animales estos fieles hasta la muerte. Gobernantes y reyes de oropel. Qué chunga está la dignidad que creéis conquistada. Vosotros, que vivís de esnifar los sueños de vuestros subordinados entre orgías financieras. Hay quien se asusta por oír cal viva y no percibe el lamento de los condenados a “vivir” y dormir en un lecho de lluvia y barro. Ni se inmuta. Ni grita como hay que gritar, ni en sus pactos cabe una vida. Miran para otro lado, para el ombligo. Chillar produce afonía. No importa si a vuestras (nuestras) costas llegan arenas o bebés, ¡qué horror, cómo está el mundo!, diréis, gobiernos y reyes de oropel.
El reparto de doscientas mil personas entre los países europerros ha quedado en nada. Todos peleándose por regatear infelices, para eso son magníficos negociantes, los envían al fango y cuando vayan muriendo quizás los arropen con un manto de aquella cal que tanto horroriza a los vivos. En fosas comunes, en cementerios anónimos sin banderas, lejos de su patria. Mientras la miseria sea negocio ¿por qué acabar con ella? Que se forren la mafias, los fabricantes de alambradas y los que acogiendo a cuatro puñados los ven ya como mano de obra esclava.
Ahora viaja el negocio a Turquía, le sueltan un cheque de 6.000 millones de euros para que recoja lo que no quieren acoger los europerros. De una obligada acción humanitaria pasamos a un trueque mercantil. Una vez más, personas por dinero. La utilidad de unos zombis vivientes. Turquía, que cierra periódicos a golpe de ejército y gases lacrimógenos (hace unos días). Presunta financiadora del Estado Islámico, o de ISIS o del Daesh, palabra esta que es la ofensa finolis de los occidentales a los primeros a falta de medidas más contundentes y menos hipócritas. Más barro les espera por tanto…a los que esperan condiciones de vida, derechos civiles y demás jerga en desuso. Se cierra el ciclo, el mismo terror que los ha echado de Siria los pone en manos de los padres de sus verdugos. Sí, la ONU denuncia y todo el inevitable bla bla institucional que se la suda a los que crearon esa organización servil, hecha a medida para hacerla sudar menos cuando conviene que no la sude.
A mayores, los turcos puedan viajar por Europa sin necesidad de visado, prometen al régimen de Erdogan acelerar el ingreso de Turquía en la Unión Europerra, méritos ha demostrado. ¿Tenemos que sentirnos orgullosos de pertenecer a ella? ¿Qué diferencia hay entre bombardear a los sirios o dejar morir agónicamente a los que escapan de ese horror? Las formas. Las putas formas de marras. Es como llevar la botella de güisqui en la bolsa de papel y beber de ella sin que se vea, da igual si te emborrachas y luego vacías tu rifle en una escuela, lo importante es que no se vea la jodida botella (lenguaje peliculero). Los refugiados escapan de la barbarie terrorista, de los bombardeos aliados y sin aliar y de todo el que quiera soltar allí una bomba. Pero de donde no van a poder escapar es del barro, por eso dicen que, puestos a morir, prefieren hacerlo en su país. Lo ha dicho un niño. ¿Miedo al payaso de Donald Trump? No, cínicos, Europerros, miedo a vosotros, ya.
Hoy es el Día de los desaparecidos sin causa (aparente), inventado en 2010. Han aparecido centenares de miles de refugiados pero son invisibles para los Europerros. Es muy posible que dentro de unos años tengan un lacito de color, en su recuerdo. Ya se buscará el color. El lacito para la cobardía sigue sin aparecer, pero nos tiene bien atados.