En la sección anterior os proponíamos un pequeño divertimento a cuenta de las logoformas marvelianas de antaño, y ha llegado el momento de alzar el telón para descubrir los diez títulos misteriosos…
La pregunta tenía trampa: ¿Dónde podrían haber coincidido Spiderwoman, el Motorista Fantasma y el Capitán marvel original? ¡En ninguna parte! Se trataba de un What If donde Steven Grant y Carmine Infantino presentaban tres relatos independientes, construidos a partir de la premisa de que estos tres personajes fueran villanos. No es que fuera un What If especialmente memorable, todo hay que decirlo, y jamás llegaría a publicarse en nuestro país.
La figura de la Muerte nos hace pensar en Thanos, casi como un mecanismo reflejo, pero resulta que no es así: en realidad, la vimos en el Annual Nº 16 de Avengers. Otra versión de la misma logoforma sobre fondo blanco se había reproducido previamente en el Annual Nº 2 de West Coast Avengers. ¿Hacéis memoria ahora..? Ambos anuales estaban conectados en una saga que fue recuperada recientemente por Panini dentro del volumen Los Vengadores: Campo de Batalla, el Olimpo, así que me imagino que muchos de vosotros aún la tendréis fresca en las retinas.
¿Spiderman y Los 4 Fantásticos? Todo hacía indicar que tal encuentro se cocinó en un Marvel Team-Up… y no uno cualquiera, no señor. El lanzarredes y La Primera Familia compartieron una aventura juntos en el número cien de la serie americana, un especial de aniversario firmado por Chris Claremont y Frank Miller justo en la época en que este último saltaba al estrellato con su revolucionario trabajo en Daredevil. Miller pudo compaginar ambos encargos porque en aquellos momentos la colección de El Hombre sin Miedo todavía mantenía una periodicidad bimestral. Dado que el cómic ha disfrutado de varias adaptaciones españolas, las dos últimas ofrecidas por Panini, yo diría que esta logoforma era de las más fáciles de acertar.
El reloj de arena era otra de las “asequibles”… Corresponde al primer capítulo de “Cuenta Atrás”, una las historias más contundentes de la celebrada etapa de Peter David al frente de El Increíble Hulk. Además, el relato brindaba un aliciente extra para los seguidores del goliat esmeralda: en su ultimo episodio, el Nº 367 USA, se produciría el explosivo debut de Dale Keown en los lápices, relevando al irregular Jeff Purves. Todas las portadas las ilustraba Walt Simonson, a quien también hay que concederle el mérito de diseñar las logoformas donde la arena del reloj iba cayendo, lenta e inexorablemente, a medida que avanzábamos hacia el clímax de la saga.
La Antorcha Humana, Hulka, Magneto, Gata Sombra… A simple vista, podría parecer el cartel de algún megacrossover, ¿o no? Bueno, algo de evento sí tenía la serie limitada que enfrentaba a Los 4 Fantásticos con la Patrulla-X. Cuatro números de grato recuerdo, con guiones de Chris Claremont y dibujos de Jon Bogdanove, muy bien complementado este último por las tintas de Terry Austin. Cada número llevaba una logoforma diferente, y esta corresponde al Nº 2 USA. La obra completa se halla disponible en un recopilatorio de Panini, al igual que sucede con el siguiente título…
El inconfundible estilo de Moebius destaca en esta logoforma perteneciente a la miniserie Estela Plateada: Parábola. Aquí nos salíamos un poco de registro porque se trata de un título Epic, pero entiendo que una historia de Silver Surfer escrita por Stan Lee entra dentro de los parámetros de nuestro juego sin estirar demasiado la cuerda.
Pues no, Abraham Lincoln no derramaba una lagrimita evocando algún aniversario señalado… aunque la conexión patriótica sí existía. ¡Era un tebeo del Capitán América! A los veteranos de Forum seguro que se les quedaría grabada aquella impactante portada de Marvel Two-In-One Nº 70 que mostraba la imagen del Capi sobre una bandera de sangre. La ilustración era de Mike Zeck y Klaus Janson, si bien en páginas interiores teníamos a Tom Morgan como dibujante, que no es exactamente lo mismo. En cualquier caso, hablamos de una de las grandes historias de la etapa de Mark Gruenwald, que culminaría con la dimisión de Steve Rogers y su posterior sustitución por John Walker como nuevo Centinela de la Libertad.
Cósmico parece, Capitan Marvel no es… ¿Qué otra alternativa se os ocurre? Tras presentarse en las páginas de Los Micronautas, el Capitán Universo apuró sus quince minutos de gloria ochentera en un serial realizado por Bill Mantlo y Steve Ditko que vería la luz en el volumen 2 del contenedor Marvel Spotlight. Tres episodios en total, pasablemente entretenidos, ninguno de los cuales llegó a traducirse al castellano.
Lo más probable es que estas caras no os digan nada, a menos que leyerais la miniserie del Hombre Máquina que Forum incluyó en su colección Extra Superhéroes allá por 1985. En los créditos figuraban Tom DeFalco como guionista y Herb Trimpe como dibujante, pero lo que los fans saborearon más de aquel proyecto fue el deslumbrante trabajo de entintado y coloreado que llevó a cabo Barry Windsor-Smith. Confesaba Trimpe que su colaboración con el temperamental artista inglés distó mucho de ser fluida y, de hecho, el cuarto y último episodio de la limited lo completó Windsor-Smith en su totalidad.
Sin duda, la auténtica pièce de résistance del juego: ¡los condenados delfines! A la madre y su presumible criatura sólo se las pudo ver “logoformizadas” en un solitario episodio… ¡de Power Pack! El cómic, inédito por estos pagos, abordaba cuestiones ecológicas en una historia “con mensaje” iniciada en el episodio anterior. Subrayemos que tanto el guión como los dibujos corrían a cargo del antes mencionado Jon Bogdanove, con la asistencia de James Sherman en algunas páginas. Reconozco que esta era dificilísima de resolver, a menos que uno estuviera muy puesto en las ediciones originales USA. Precisamente por eso la escogimos… Entendedlo, ¡la matrícula de honor no podíamos regalarla así como así!
Que nadie se desanime si su casillero se ha quedado a cero. Al fin y al cabo, el juego no era más que un pretexto para rescatar de las catacumbas marvelianas unas cuantas logoformas clásicas de los años ochenta y finales de los setenta. La idea la tomamos prestada de la web Comic Book Resources, adaptándola a la estructura de nuestra sección. En caso de que alguien haya sido capaz de acertar las diez respuestas, le invitamos a que nos deje un mensaje al final de este artículo. Así podrá inscribir su nombre con letras de oro en la Cheerful CB! Corner box Society… Para los que no estén muy versados en el idioma de Shakespeare, aclaro que “corner box” es la manera en que los yanquis se refieren a las logoformas, y “cheerful” se traduciría como “alegre”. Eso sí, no os molestéis en buscar a la CCCS en Google, ¡porque me la acabo de inventar! Es un homenaje a otra conocida sociedad que… supongo que no hace falta que os explique cuál, ¿verdad?
Vamos a terminar como empezamos, con un What If: ¿Y si Los Vengadores de Brian Michael Bendis y John Romita jr. hubieran llevado logoforma? Un seguidor del foro marvelmasterworksfansite se puso manos a la obra para resolver esta duda frikológica, y aquí mismo podéis deleitaros con el resultado final. Yo creo que es una demostración harto elocuente de que estas pequeñas cápsulas de la historia marveliana siguen conservando todo su encanto, ¡y nadie nos va a convencer de lo contrario!
Cierto es que la actual dirección de La Casa de las Ideas no parece apostar demasiado por ellas, con la notable excepción de Stephen Wacker, el hasta ahora responsable de la línea de títulos de Spiderman y otras prestigiosas cabeceras como Ojo de Halcón o Daredevil. El problema es que Wacker acaba de fichar por la división de animación de Marvel, así que ya no podemos contar demasiado con su intervención. De momento, habrá que conformarse con la utilización esporádica de las corner boxes en portadas variantes como las que realizó John Cassaday el pasado año para rendir tributo al 50 Aniversario de Los Vengadores (véase el portafolio incluido en el Nº 35 de la colección de Panini). También detectamos recientemente una de Dave Johnson para Thor… poquita cosa, la verdad. Sin ánimo de criticar estrategias de marketing, lo que a nosotros nos gustaría es que las corners se hicieran servir de una manera más normal.
En nuestra sección de Abril pondremos en perspectiva la utilización de los distintivos de portada a lo largo y ancho de la historia editorial marveliana, desde el escudo de Timely hasta el austero MC que precedió al Marvel Comics Group. Además, si el espacio y la autoridad lo permiten, desvelaremos el secreto oculto detrás de la primera logoforma de la Era Marvel moderna… ¡¡De nuevo toca desmontar la cronología oficial!! Viajes al misterio los ha habido muchos, pero os garantizo que ninguno como este. Hasta el próximo mes, Make Mine CB… ¡por partida doble!
Miguel G. Saavedra
Con esta tanda de artículos hemos podido constatar que la afición a las logoformas está bastante más extendida de lo que cualquiera podría pensar a priori. El propio Julián M. Clemente me comentaba que de pequeño recortaba las corner boxes de sus tebeos Marvel repetidos y luego las pegaba sobre una base de madera. De esta manera, sujetándolas con una peana, construía sus rudimentarias “action figures” de niño pobre.
Y no penséis que el caso de Julián es único: Toni, librero de la barcelonesa Studio Comic, llegó incluso a confeccionar una logoforma gigante de Thor, de aproximadamente un metro de alto, para colgarla en el escaparate del local… ¡Eso es devoción corneriana y lo demás son cuentos de Wundagore!
Por cierto, dado que él mismo nos solicitó que lo hiciéramos, vamos a dar fe de que el amigo Toni sí identificó correctamente la logoforma de los delfines, ante el asombro de la clientela presente en su establecimiento.
Aunque no parece que nadie haya conseguido hacer el pleno –ya lo sé, ya lo sé, ¡era endiabladamente difícil!–, al menos el juego ha servido para avivar el ingenio de nuestros lectores, dando pie a toda clase de elucubraciones originales. Entre las más inventivas, me quedo con la de un colega que aseguraba estar convencido de que Spiderwoman, el Motorista Fantasma y el Capitán Marvel sólo podían haber coincidido en un Contest of Champions. ¡Para él, esa era la única opción lógica!