Universo Comic-Books! – Una cronología marveliana

Publicado el 23 septiembre 2015 por Celesj

En una anterior sección ya advertíamos que examinar los primeros cómics Marvel de la Edad de Plata tiende a ser un tanto embrollado porque las fechas de portada no estaban bien sincronizadas y, además, la distribución en “newsstands” distaba mucho de ser uniforme. Por extraño que parezca, en la primera semana del mes podían llegar a comercializarse simultáneamente títulos que llevaban fechas diferentes.

A finales de este mes de agosto se celebra el 75 aniversario de Marvel, así que hemos pensado que podríamos aprovechar la ocasión para tratar de poner un poco de orden en el aparente caos. Olvidaos de las fechas de portada que siempre se hacen servir como referencia en estos casos. Hoy nos proponemos perfilar una cronología distinta basada en fechas reales de publicación.

¿No os habéis preguntado alguna vez por qué en el mundo de los comic books USA se funciona con datos obtenidos a partir de las fechas de cubierta? Me atrevería a sugerir que es básicamente por una cuestión de comodidad. Las portadas las tienes ahí, a la vista; en cambio, ponerse a buscar el día exacto en el que apareció tal o cual número puede resultar bastante más peliagudo. Aun y con eso, no deja de ser una anomalía, sobretodo si lo comparamos con el criterio que se sigue en cualquier otro ámbito de la cultura y el entretenimiento: al hablar de un libro, reparamos en su fecha real de edición, del mismo modo que nos puede interesar conocer la fecha de estreno de una película o la fecha de emisión de una serie televisiva. Desde luego, a nadie se le ocurriría clasificar los films de un estudio cinematográfico en base a fechas adelantadas aleatoriamente dos, tres o cuatro meses sobre su estreno. El mero planteamiento suena casi ridículo, ¿verdad? Sin embargo, lo hacemos así con los tebeos de Marvel o DC, hasta el punto de llegar a considerarlo algo normal.

Permitid que ilustre la cuestión con un ejemplo harto elocuente: la primera aparición del Capitán América data del 20 de diciembre de 1940. En esa precisa fecha se puso a la venta el primer Captain America Comics de Joe Simon y Jack Kirby, donde también se presentarían Bucky y Cráneo Rojo. Ahora bien, si nos agarráramos a la fecha de cubierta que se indica en el ejemplar, llegaríamos a la errónea conclusión de que el Capi debutó en marzo de 1941; de hecho, así es como figura en un sinfín de textos publicados y páginas web.

No nos engañemos: por mucho que nos hayamos acostumbrado a utilizarlos, esos datos de portada nunca serán los datos reales, y lo único que hacen es confundirnos. Por eso entiendo que deberíamos prescindir de ellos, siempre que sea posible, cuando intentamos fijar la cronología de un determinado título o personaje.

Como fácilmente comprenderéis, pretender ordenar todas y cada una de las publicaciones Marvel acumuladas a lo largo de siete décadas y media de singladura editorial representa una tarea tan compleja que rebasaría con creces los límites de nuestra sección. Por aquello de no morder más de lo que podemos masticar, para esta primera tanda de artículos vamos a limitar nuestro foco de atención a los años fundacionales que definieron el Universo Marvel. Si os interesa el tema, siempre podríamos ampliar el repaso más adelante para cubrir también otras etapas.

Hecha esta pertinente aclaración, marquemos como punto de partida para nuestro recorrido histórico el 8 agosto de 1961, fecha de publicación de Fantastic Four Nº 1 USA. Algunos expertos señalan como precedente el revival de Rawhide Kid a cargo de Stan Lee y Jack Kirby (Nº 17 USA, 28 de marzo de 1960), pero el auténtico origen de la Era Marvel hay que situarlo en este aparentemente sencillo tebeo. El propio Stan Lee reconocería que, mirada con ojos actuales, la historia de presentación de Los 4 Fantásticos tampoco parece nada del otro jueves, quizá porque sus logros los tenemos ya más que asumidos. Sin embargo, toda la mitología marveliana hunde sus raíces en este revolucionario cómic, cuyo comentario pormenorizado reservamos para un próximo artículo.

El segundo número de la colección se pondría en circulación casi dos meses después, el 28 de septiembre. Tras derrotar la amenaza del Hombre Topo en el episodio anterior, Los 4 Fantásticos se enfrentaban con una raza alienígena que daría mucho juego en el futuro: ¡los skrulls! Como detalle anecdótico, señalemos que en la página 4 del cómic se mostraban titulares de dos diarios que a buen seguro os resultarán familiares: el Daily Bugle y su eterno rival, el Daily Globe. En otra escena posterior incluso se veía a Johnny Storm leyendo un ejemplar del Globe (¡así se explica que J.J. Jameson le tenga tanta manía a los superhéroes desde un principio!). El debut de Spiderman todavía quedaba muy lejos, así que no procede hablar de ningún crossover ni nada por el estilo.

Ambos rotativos tenían una historia previa, que en el caso del Bugle se remonta a All Winners Nº 11 (1943) y en el del Globe a Adventures into Terror Nº 44 (1950). Quizá os sorprenda saber que también existió un Daily Bugle en DC Comics; al menos, así se mencionaba en un episodio de complemento protagonizado por Wildcat, el felino integrante de la Sociedad de la Justicia de América.  Aunque inicialmente estaba previsto para Sensation Comics Nº 91 (1949), dicho episodio quedó inédito hasta que se decidió rescatarlo 22 años después (!) en un DC 100-Page Super Spectacular.

Ese mismo 28 de septiembre de 1961 se produciría el debut “encubierto” de otro clásico marveliano: me refiero a Henry Pym, cuya primera aparición tuvo lugar en un relato corto incluido en Tales To Astonish Nº 27 que llevaba por título “El Hombre en el Hormiguero”, con dibujos de Jack Kirby , argumento de Stan Lee y diálogos a cargo de su hermano Larry Lieber. En la historia, de apenas siete páginas, aquella versión preliminar del doctor Pym descubría su fórmula para encogerse al tamaño de un insecto, pero al final llegaba a la conclusión de que era demasiado peligrosa y renunciaba a ella. Si bien todo hacía presagiar que sus aventuras terminarían ahí, parece que a los lectores les gustó el episodio y enviaron cartas a la editorial expresando sus impresiones favorables, lo cual alentaría a Stan Lee a proporcionarle una identidad superheroica ocho meses después.

Resulta bastante frecuente vincular el origen de Henry Pym con la remozada versión del personaje The Atom que DC había presentado en sociedad dos meses atrás, exactamente el 27 de julio. Debo decir que yo no lo acabo de ver tan claro, aunque sólo sea porque el margen de tiempo se antoja demasiado escaso para todo el farragoso proceso que conllevaba la realización de un comic book y su posterior comercialización.

En todo caso, haciendo un poco de arqueología editorial, la conexión más obvia tendríamos que establecerla con una historieta de tan sólo cuatro páginas que formaba parte de los contenidos de Mystic Nº 57 USA. La serie era la típica antología Atlas de narraciones de intriga y misterio, tan habitual en aquellos tiempos, y este número en concreto salió a la venta el 23 de noviembre de 1956, mucho antes de que Hank Pym o el diminuto titán de la Liga de la Justicia hicieran acto de presencia. También es anterior a la película El Increíble Hombre Menguante, cuyo estreno no se produciría hasta finales de febrero de 1957. Se desconoce quién guionizó el brevísimo relato y únicamente nos consta que lo ilustró Syd Shores. Lo que sí podemos certificar es que las coincidencias que se aprecian entre su argumento y el de Tales To Astonish Nº 27 dejan poco margen para la duda, comenzando por su título: “Atrapado en el Hormiguero” narraba la peripecia del doctor Perry Moore cuando vierte su fórmula reductora sobre sí mismo y acaba topándose con unos científicos malvados que planean desarrollar hormigas gigantes con el fin de utilizarlas como armas de destrucción masiva para una invasión a gran escala. ¡La verdad es que tiene su mérito encajar todo eso en cuatro paginitas de nada!

Así pues, la hipótesis más verosímil es que la que apunta a que Stan Lee tomó como inspiración al doctor Moore para crear a nuestro Henry Pym. Otra cosa distinta es que fuera el éxito de The Atom el que a la postre le hiciera ver la conveniencia de sacar al futuro vengador del baúl donde parecía condenado a permanecer. También podría citarse como referencia una película sobre hormigas gigantes de 1954 que se estrenó en nuestro país con el título de “La humanidad en peligro“.

A día de hoy, el ancestro del primer Hombre Hormiga sigue siendo un completo desconocido, no sólo entre los aficionados, sino también entre la comunidad profesional: ningún guionista marveliano se ha acordado jamás de él para integrarlo retroactivamente en la continuidad actual, lo cual podría haber dado lugar a una trama de lo más interesante, ¿no creéis? Quién sabe si el presente artículo  terminará llamando la atención de algún editor USA, ¡con Internet todo es posible! No olvidemos que el verano del próximo año llegará la adaptación cinematográfica de Ant-Man, circunstancia esta que facilitará que el gran público se aproxime al legado comiquero del personaje… un legado en el que también merece destacarse aquel lejano e ignoto Mystic Nº 57.

Además de continuar con este peculiar repaso cronológico, en nuestro próximo Comic Books! pondremos al descubierto uno de los secretos más insólitos de la naciente Era Marvel: acabamos de ver que  Stan Lee se abonaba al reciclaje creativo con tanto entusiasmo como su jefe, Martin Goodman, pero hubo un momento insuperable en el que llegó a sacarse de la chistera dos versiones diferenciadas de los mismos personajes… ¡en un plazo de tan sólo tres semanas! Ahí va la pregunta del millón: ¿Seríais capaces de identificar a qué personajes nos estamos refiriendo?

Miguel G. Saavedra

Una de las seis historietas incluidas en Mystic Nº 57 registraba la única aparición hasta la fecha del doctor Perry Moore, ¡el primer Hombre Hormiga! La inquietante portada de este clásico de la Era Atlas se atribuye a Bill Everett.

La cubierta de Fantastic Four Nº 1 ha sido homenajeada e imitada hasta la saciedad. A este respecto, podría considerarse el equivalente marveliano de Action Comics Nº 1. John Byrne, en particular, parece tener una cierta fijación con esta icónica imagen, habiendo llegado a recrearla en siete ocasiones. La más curiosa de todas ellas es la portada de la revista Marvel Age Nº 14, donde el autor se retrataba a sí mismo rodeado de Los 4 Fantásticos

Y como guinda al pastel, aquí tenéis esta espectacular commission de La Liga de los Caballeros Extraordinarios que Byrne realizó por encargo de un aficionado…

Cronología Marvel  continuará la próxima semana  en…

Construyendo un universo cronológico