El mundo subterráneo de los piratas informáticos en EE.UU. ha sido tan profundamente infiltrado por el FBI y los servicios secretos que ahora se llena de paranoia y desconfianza, y se estima que uno de cada cuatro piratas es un informante secreto capaz de delatar a sus compañeros, según señala una investigación de The Guardian.
La mecánica para la creación de estos "escuadrones" consiste en forzar a los criminales a cooperar con sus investigaciones o de lo contrario, estos pasarían a formar parte de otro grupo pero en la cárcel. Estas sugestiones a través de amenazas de largas penas de prisión ha permitido crear un ejército de informantes en el interior de la comunidad de hackers.
Muchos de los populares foros ilegales que pululan en la red son utilizados por los delincuentes cibernéticos como mercados para robo de identidad y números de tarjetas de crédito, razón por la cual el FBI se vale de estos nuevos reclutas a fin de involucrarlos como agentes encubiertos y hacerlos pasar como "Tarjeteros" (piratas informáticos especializados en el robo de identidad). De esta forma se han hecho cargo de la gestión de los foros de los delincuentes y, usando inteligencia, reunir información suficiente para ponerlos tras las rejas.
Tan omnipresente es la presencia de informantes del FBI en la red que, según lo explica el experto Eric Corley en "2600: The Hacker Quarterly", se estima que el 25% de los hackers en los EE.UU. pudieron haber sido reclutados por las autoridades federales para que estos sean sus ojos y oídos. El experto explicó a The Guardian que el método es efectivo porque los duros castigos con los que se amenaza y la "relativa falta de experiencia con la ley que tienen muchos hackers" hacen que éstos sean susceptibles a la intimidación.
"Se convierte en una relación muy tensa", dijo John Young, quien dirige Cryptome, un depósito de documentos secretos en la web, muy al estilo de la línea de Wikileaks. "Hay decenas y decenas de piratas informáticos que han sido comprados por personas que creían de su confianza."
El ejemplo más conocido de este fenómeno es Adrian Lamo, un pirata convicto que se convirtió en informante de Bradley Manning, el soldado estadounidense sospechoso de filtrar documentos clasificados a la organización Wikileaks. Manning había entrado en una prolongada conversación de mensajería instantánea con Lamo, dándole su confianza y a quien pedía consejo. Lamo, sin embargo le devolvió dicha confianza entregándole información de primera al especialista en inteligencia de 23 años de edad, y a su vez a las autoridades militares. Manning ha estado bajo custodia desde hace más de un año desde entonces.
Para actuar como lo hizo, Lamo se ha ganado el sobrenombre de Judas, así como el titulo del "hacker mas odiado del mundo", aunque él ha insistido en que actuó al margen de aquellos que fueron afectados por la publicación de miles de cables diplomáticos a través de Wikileaks. "Obviamente ha sido mucho peor para él, pero no ha sido nada fácil para mí", dijo Lamo. "Siguió a su conciencia, y yo seguí la mía."
El último desafío para el FBI, en cuanto a infracciones nacionales se refiere, corresponde al de los co-agentes "hacktivistas" que han realizado varios ciber-ataques en los últimos meses. El caso más reciente es el de un grupo autodenominado Lulz Security quienes lanzaron un ataque a la propia organización vinculada al FBI conocida bajo el nombre de InfraGard. La redada fue una respuesta a la noticia de que el Pentágono estaba a punto de declarar como actos de guerra los ciberataques extranjeros.
Lulz Security comparte cualidades con el grupo hacktivista "Anonimous", responsable de los ataques contra empresas como Visa y MasterCard lanzados en protesta contra su decisión de bloquear las donaciones a Wikileaks. Hoy en día Lulz Security es un fenómeno reciente del cual el FBI todavía no tiene control sobre ella, Anonimous ya está bajo la presión de la agencia. Hubo redadas en 40 locaciones en los EE.UU. y cinco en el Reino Unido a principios de enero. Un gran jurado ha estado escuchando evidencia en contra del grupo en California en el inicio de un posible proceso federal.
Kevin Poulsen, editor senior de la revista Wired, cree que el colectivo es propensamente vulnerable a las infiltraciones e interrupciones. "Ya hemos comenzado a ver a los miembros de "Anonimous" atacarse unos a otros y fuera de los demás direcciones IP. Ese es el primer paso para ser susceptibles al FBI".
Barrett Brown, quien ha actuado como portavoz de la otra facción secreta de Anonimous, dice que esta plenamente consciente del interés del FBI. "El FBI siempre ha estado ahí. Siempre están mirando, siempre en la sala de chat. No sé quien es un informante y quién no, por ello somos vulnerables".
Traducción de Juan Carlos Jiménez
Fuente: The Guardian
Quantum opina:
El grupo Lulz Security atacó nuevamente a la empresa japonesa SONY, colgando en la web lo que parecen ser mapas de red de Sony BMG de una oficina de Nueva York y lo que aseguró que es 54 megabytes de código fuente de desarrolladores de Sony. El grupo entró en la red informática de Sony, accediendo a información de más de un millón de clientes con el fin de mostrar la vulnerabilidad de sus sistemas. En ese ataque, los ciberpiratas revelaron nombres, fechas de nacimiento, direcciones postales y electrónicas, números de teléfono y contraseñas de personas que habían participado en concursos promocionados por Sony.
La semana pasada, Lulz Security se atribuyó la autoría de un ataque contra una oficina en Atlanta, EEUU, de InfraGard, un centro utilizado por el Federal Bureau of Investigation (FBI) para sus relaciones con las empresas privadas. También ha dicho ser el responsable de desfigurar la red de páginas de la cadena pública estadounidense Public Broadcasting Service, y de colgar datos de los servidores de PBS en protesta por un programa de investigación de la cadena sobre WikiLeaks. Además asegura haber entrado en la web de Fox.com y de haber publicado datos sobre los concursantes para el próximo programa de talentos de la Fox "X Factor". Otras empresas que han sufrido ciberataques recientemente son Lockheed Martin, del sector de defensa, y Google. Estos muchachos darán mucho dolor de cabeza.