Este año he empezado por la última novela de Mario Vargas Llosa, "El sueño del celta". Como ya he dicho en alguna ocasión, admiro desde hace tiempo al escritor peruano, recientemente galardonado con el Premio Nobel de Literatura, y pensé que su última obra no me decepcionaría y acerté de lleno. Sin embargo, al empezar a leer el libro sentí una cierta intriga, ya que no entendía qué extraña historia podría relacionar los cultivos de caucho de África y América, el independentismo irlandés, la Primera Guerra Mundial y la homosexualidad.
Pronto me di cuenta de que Vargas Llosa estaba contando una narración con base histórica, pues citaba a personajes cuya existencia real era conocida. Y la referencia concreta a Joseph Conrad y su obra "El corazón de las tinieblas" me acabó de convencer. A partir de ese momento, la lectura del libro cobró otra dimensión y llegué incluso a buscar en Internet referencias al protagonista de la novela: el irlandés Roger Casement, héroe, traidor y libertario, moral e inmoral.
"El sueño del celta" narra algunas prácticas colonialistas deleznables e inhumanas, que durante décadas fueron conocidas y consentidas por las potencias coloniales en su proceso de explotación de los recursos naturales de las selvas africanas y sudamericanas, proceso en el que las vidas de los indígenas carecían de valor alguno (la imágen de la derecha es un ejemplo). Pero también narra la aventura existencial de Roger Casement y el proceso por el que un fiel diplomático inglés acaba trasnformado en un independentista radical.
En mi opinión, una obra altamente recomendable por muchas razones. Tweet