Uno de mis hijos
"En el centro de una pequeña habitación, tan sencilla como una oficina cualquiera, vi a un caballero de avanzada edad que se hallaba en pie y que, incluso ante mis ojos poco avezados, no parecía hallarse simplemente enfermo, sino sufriendo la agonía de una muerte inminente."
Fragmento de Uno de mis hijos de Anna Katharine GreenComo ya sabéis me he convertido en una adicta de las novelas que publica la editorial asturiana dÉpoca, en especial, de la gran escritora neoyorkina del siglo XIX Anna Katharine Green. Se trata de toda una maestra del misterio y la novela policíaca que, ya en su época, rompió cánones y se convirtió en un gran referente para posteriores escritores del género. Gracias a dÉpoca Editorial sus maravillosas obras, y las de otros grandes de la literatura, han podido llegar por fin hasta los lectores españoles. Rescatadas del olvido más absoluto, dÉpoca salva el tiempo y las distancias para que podamos deleitarnos con sus historias.
El joven Arthur Outhwaite camina va caminando por la calle cuando se le acerca una niña que le pide su ayuda: su abuelo está muy enfermo y le pide que entre en la mansión para verlo. Arthur duda, pero finalmente accede y termina convirtiéndose en la última persona en ver con vida al magnate Archibald Gillespie. El moribundo le hará entrega de una carta y le insiste en que sólo ha de dársela a la persona a quién va dirigida y nadie más. Antes de que pueda revelarle el nombre del destinatario fallece. Pronto la cosa se complica cuando se descubre que Gillespie ha sido envenenado. Al misterio de la carta se le suma un asesinato, aunque lo más terrible será hacia quiénes apuntan todas las sospechas.
Ha sido una lectura magnífica, no sólo por la gran calidad narrativa de Green sino por la extraordinaria trama, tan inteligente y cuidada hasta el más mínimo detalle. La autora desafía al lector a ponerse en el papel de detective y, cual migajas de pan, nos va dejando pistas aquí y allá. ¡Pero, ojo! La cosa no será tan simple, con gran maestría la escritora busca confundirnos y resolver este gran misterio será complicado.El narrador de esta historia es el joven Arthur, un hombre muy despierto y curioso que no querrá perderse la investigación realizada por los dos policías a cargo del caso: los detectives Gryce y Sweetwater. Gryce es un personaje recurrente en las obra de Green y al que ya tuve el placer de conocer en El misterio de Gramercy Park (reseña), otro novelón que os insto a no perderos. A estos tres se unirá la sobrina del difunto, Meredith, quien también aportará su granito de arena a la investigación.
Argumento: Un elegante joven circula una tarde de otoño por Nueva York cuando una desesperada niñita reclama su atención y le suplica que entre en la lujosa mansión de su familia, pues su abuelo se ha puesto repentinamente muy enfermo y necesita ayuda. El joven, Arthur Outhwaite, se siente conmovido y acompaña a la pequeña hasta el interior de la casa, donde se convierte en la última persona que ve con vida al anciano, el gran financiero Archibald Gillespie. Antes de morir, este le confía una carta con la petición de que la entregue a una persona concreta, y a ninguna otra.Por desgracia, la víctima fallece antes de darle más información sobre la identidad del destinatario. Cuando poco después se confirma que ha muerto envenenado, surgen infinidad de preguntas: ¿Qué contiene la carta? ¿A quién va dirigida? ¿Quién es su asesino?
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