Uno de mis propósitos para 2015 es dejar de preocuparme por personas que no lo merecen tanto. Estoy rozando la opción de convertirme en una egoísta incurable, pero aún me lo pienso. Tiendo a gastar demasiadas energías en quienes prefieren dejarme a un lado, y eso no tiene sentido.
A veces, es mejor alejarse de aquellos que nos piden esa distancia. Si alguien que dice quererte mucho es capaz de pasar un día sin hablarte, ya sea por orgullo o porque tiene algún problema contigo, es que no te valora lo suficiente.
Querer a alguien también es enfrentarse a los problemas que puedan surgir por hacerlo. Es saber que nunca hay un camino completamente fácil y tener la madurez suficiente para afrontarlo. No se trata de dejarlo a un lado o poner tierra de por medio así como así.
A estas alturas de la vida, quién no este dispuesto a hacerlo por ti, debería bajar unos cuantos escalones en tu estima durante este 2015.
Recuérdalo, y protege tu corazón, que él sí que se merece estar en el más alto pedestal.
Buena primera noche del año!
A.