Unos días en mallorca con niños

Por La Casa Atelier
El mes de agosto lo empezamos de vacaciones y en Mallorca. ¡ Mejor imposible !
Estuvimos una semana, era la primera vez que visitábamos Baleares en temporada alta, siempre habíamos estado en junio y septiembre. A pesar de haber mucho turista, muchos alemanes y nórdicos principalmente, no me pareció agobiante ni sobresaturado.
Un día cualquiera de agosto Donosti o Zarauz tienen sus playas y sus calles mucho mas concurridas.
Buscamos algo muy tranquilo y familiar y lo encontramos en el este, en un pueblito de la costa: Canyamel. Intentamos que el viaje y la estancia resultaran cómodas para toda la familia. Dos adultos y dos niños, la pequeña de dos años y medio.

Las cosas que más nos han gustado de estas vacaciones en Mallorca son las siguientes:
1. Volar desde Pamplona, que aunque los billetes cuestan 3 veces más, ha resultado comodísimo. Los horarios de los vuelos eran buenos;  saliamos de Pamplona a las 17.45 h y el dia de regreso volabamos a las 19.55 h.
Al ser un vuelo nacional los niños no necesitan DNI si son menores de 14 años, es suficiente el libro de familia. Nos evitamos las colas para hacer DNIs que había en la oficina de nuestra ciudad en junio y julio.


2. Alquilar coche para movernos por la isla y descubrirla un poquito. La mejor opción es alquilarlo por internet para poder cogerlo sin colas nada más bajarse del avión. Llevamos las sillas del coche para no tener que alquilarlas en la isla.


3. Apartamentos Sureda en Canyamel. Nos alojamos en estos apartamentos totalmente reformados (aunque creo que todavía queda alguna parte con apartamentos no reformados por lo que pudimos ver en Tripadvisor). El dueño es un encanto, muy atento y se encargará de hacer tu estancia lo más agradable posible. La mayoria de sus clientes son nórdicos según nos dijo y las habitaciones tienen unas camas muy grandes que se agradece. La cama de matrimonio era de 180 x 200 cm, no suele ser habitual ese tamaño en los apartamentos vacacionales. Para los niños un cuarto con literas que les encantó. La cocina tiene lavadora, lavavajillas y un frigorígico muy grande. Está unida al salón, lo que suele decirse cocina americana. El salón en tonos blancos con sofá de 3 plazas y mesa de comedor perfecta para 4 o 6 personas. El aire acondicionado funcionaba de maravilla. Si hay que ponerle un pero, que el dormitorio principal y el salón no tienen persianas. A mí me gusta dormir sin luz. Por lo demás son unos apartamentos preciosos, cómodos y a 100 m de la playa. Hasta la vajilla mola un montón, era vajilla Duralex nueva, de las de color ambar, un toque retro genial.

 
4. La piscina no es muy grande pero nunca estaba demasiado llena, siempre había alguna hamaca libre. Además de hamacas cuenta con una pequeña zona Chill Out.
5. Cenar en la Pizzeria Bonanza, un restaurante muy agradable con buen trato, buenas raciones y buen precio. La pizza está buenísima.
6. El pescado fresco y los mejillones del Restaurante la Cabaña,también tenían pizzas y el helado preferido de nuestro peque mayor, lo que convirtió este restaurante en su favorito.
7. Hacer snorkel . El mayor descubrió en la playa de Canyamel con su padre lo que es el snorkel, le encantó ponerse aletas, y nadar con gafas y tuvo viendo muchos peces. Lo hizo en cada una de las playas y calas que visitamos. Sin embargo esta playa no le gustó mucho a la pequeña, la entrada es un poco "brusca", le cubría demasiado de golpe y había bastantes olas. Prefierió hacer castillos en la arena, más bien romper los que haciamos.
8. La Torre de Canyamel. Lo cierto es que nosotros solo la vimos desde  el coche, una y otra vez, al salir y volver al pueblo de Canyamel. El primer día que llegamos de noche, la vimos iluminada, preciosa. De día tampoco defrauda, un torreón del siglo XII-XIII. La visita creo que cuesta 3€ y los niños gratis. Tiene un restaurante, podéis verlo aquí .

9. Pasar la tarde en la playa del Muro, es un poco dificil aparcar pero merece la pena, una arena blanca y un mar turquesa que cubre muy poco a poco. Aquí sí que la pequeña se baño sin problemas. Hay socorrista y tumbonas y sombrillas pero no hay duchas ni bares cerca, al menos en la zona que estuvimos.
10. Port de Pollenca, pasamos una tarde en su playa: tranquila y sin mucha gente, no cubre y no tiene olas. Está en el pueblo, junto a tiendas y restaurantes. Tiene duchas que para mí es un plus, la sal sobre la piel me resulta muy incómoda.
11. Un baño en Cala Agulla en Cala Rajada El parking es de pago 5€ dia o 2.5€ medio dia. hay que andar muy poquito. Nosotros fuimos una tarde y nos encantó. Es una cala preciosa, amplia, con tumbonas y sombrillas, un bar y socorrista. No hay duchas.
12. El centro histórico de Alcudia, nosotros esta vez la vimos de pasada, la muralla es muy bonita. Un paseo por el centro histórico no defraudará.

13. Mercadillo de Capedepera. Me encantan los mercadillos, podría perderme horas por ellos, pero en familia es más complicado. Aunque una visita a alguno se puede hacer. Son geniales para comprar artesanía, cestos, pareos ... y fruta fresca. Mallorca tiene mercadillos a diario, en este enlace podéis ver los mercadillos por días y localidades Mercadillos.
14. Perderse por sus carreteras y pueblos. Capdepera, un pueblo pequeño del interior, con sus calles estrechas, sus casas de piedra con ventanas de persiana verdes y azules. Nosotros fuimos al centro de salud, cosas de ir con niños, y aprovechamos a dar un paseo y tomar un café. Era el día del mercadillo y echamos un vistazo. No tiene nada de especial, pero nos gustó pasear por su callejuelas. En lo alto hay un castillo.

15. Cuevas de Arta,  A pesar de su nombre están más cerca de Canyamel que del pueblo de Artá. La visita a las cuevas esuvo muy muy bien, con un grupo de 12 personas. Duró unos 45 min o algo más, los niños no se aburrieron en ningún momento.  Precio entrada 14 € adultos y niños gratis hasta 6 años.
En la isla hay más cuevas y las más famosas están en Portocristo: Cuevas de Hams y Cuevas del Drach. Ambas con lagos interiores. Son cuevas muy muy visitadas, con grupos de 400 personas por visita, colas de espera para coger entradas y mucha aglomeración. Las deshechamos porque ambas cierran a las 17:00 h y el día que pensabamos ir a las cuevas no llegabamos a esa hora. Las de Hams cuestan 21 € y las de Drach 15 €. La visita dura una hora o así e incluye paseo en barca, pero la realidad es que hay pocas barcas para el numero de visitantes.


16. Restaurant Xa Cova de Cala Ratjada, podéis verlo aquí,. Tiene un centro de buceo al lado, Mero Diving.

imagen de www.allevents.in


17. Cap de Formentor, impresionante. La carretera para llegar es estrecha, con puertos y muchas curvas. Pero el paisaje lo merece. Hay varias calas con acceso no muy fácil y bastante concurridas porque hay autobuses que llegan allí. Nosotros no fuimos a ninguna de ellas.

18. Soller y Port de Soller a los pies de la sierra de Tramontana. El pueblo de Soller es muy tranquilo y perfecto para callejear por sus calles a la sombre.  La Sierra se ve preciosa desde Soller, tiene una altura importante, pasamos de nivel del mar a casi 1500 m. Hace años estuvimos en este pueblo y tenía muchas ganas de volver. Para llegar a este pueblo ya no es obligatorio ir por la carretera de un puerto larga y sinuosa, han construido un tunel, que aunque un poco caro, 4.90€ por trayecto, convierte en apenas unos minutos el camino.
A 6 km está Port de Soller. Un tranvía de principios del siglo veinte, que todavía hoy sigue funcionando, une ambos pueblos. Este tranvía es uno de los mayores atractivos de ambos pueblos. 

Me ha gustado mucho este blog sobre que ver en la isla www.sehacecaminoalandar.com
Hemos dejado muchas cosas pendientes para nuestras próximas visitas a la isla