No es que me hayan dado dinero “por lo bajini”, que va, no tengo nivel para ser sobornada, ni quiero, por si acaso. El “untamiento” del que hablo es el facial. Que voy a hablar de cremas para la cara.
Como tengo la piel bastante grasa soy de usar pocas cremas, que sé que es un error, pero cuanta menos pringue esté en contacto con mi piel menos brillo (que a veces parezco una bola de discoteca).
Así brilla mi cara a veces
He pasado por muchas etapas en mi vida con esto de las cremas: he comprado cremas caras, cremas baratas, serums, geles, de todo. De todas las marcas dentro de lo que mi bolsillo me permite, que tampoco me voy a hipotecar por un tarro de mantequilla.
Busco la crema perfecta y no la encuentro, porque cuando creo que una va bien de repente deja de servir, será que la piel se acostumbra o que simplemente pierdo la fe en ella. No lo sé. El caso es que por muchas vueltas que le doy al asunto no encuentro una que me guste.
Lo que si tengo claro es una cosa: la crema perfecta, la que arregla todos los problemas, no existe. No puede existir. Si existiera todas las ricachonas la tendrían y no tendrían que pasar por quirófanos o pinchazos para tener la cara hinchada y rara que se les pone. Digo yo, ¿no?.
Por eso he desistido en la búsqueda, porque no existe y si existiera sería muy cara. Total, que para que complicarme la vida.
Otro factor a tener en cuenta con las cremas es el aspecto del bote, aunque sea superficial tengo que reconocer que muchas veces una crema me llama la atención porque el tarro que la contiene es precioso. Luego a lo mejor la crema es como margarina pero el tarro es tan tan bonito….
¡Qué tarros más bonitos!
Este verano salió la noticia de que una crema anti-edad del Lidl era la más eficaz. Desde entonces cada vez que vuelven a traer la crema lo anuncian a bombo y platillo y se acaba en tres minutos y medio. No he podido conseguir un tarro. Imposible. Así que no puedo opinar sobre su bondad y su relación calidad/precio (es muuuy barata).
La pregunta que nos hace Lidl…
Pero esta noticia me dio que pensar, porque fue el resultado de una encuesta y claro… a la única conclusión que llego es que en España somos muy pobres para gastar en cremas y compramos la más barata y nos hacemos a la idea de que es buenísimo porque ¿para qué complicarnos más la vida?, eso y que las ricas no responden a encuestas y si responden se callan lo que saben…que son así de ladinas. Por algo han llegado a ricas, no como yo que lo cuento todo. Así me va, con la cara brillante y sin secretos de belleza ni nada.
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