Decir que “Untitled” es una comedia no sería del todo cierto. Lo es, es así, pero la verdad es que no cuenta nada que no sea cierto, no ridiculiza o hace parodia, pero sí provoca la risa y lleva el humor, solo que la cuestión es que el universo en el que se adentra ya tiene todas esas cotas dentro de sí mismo. El desconocido, para muchos, mundo del arte contemporáneo es un lugar extraño en el que todo parece ajeno.
Pero ¿qué es arte? Quizá esa sea la única pregunta que merece la pena responder. La película se ve con agrado, las actuaciones cumplen más que merecidamente con lo esperado, el tempo es totalmente adecuado y además tiene el aliciente de contar con Vinnie Jones, pero todo esto no es más que un adorno para intentar encontrar una idea a la cuestión con la que ha dado comienzo este párrafo.
Brecht, Stecker, Diderot, Heidegger o Hegel. Nombres bien conocidos que bien podrían ser el espejo desde el que juzgar a esta producción, e intentar a través de sus ideas lograr llegar a un puerto, si es que eso es posible. Si lo único cierto es que la verdad es belleza y que el arte es verdad, entonces sí que existe ¿no? A pesar que el arte siempre es una mentira, una representación y poco más que un recuerdo de la existencia anterior del alma, y entonces podría dudarse de su misma existencia.
Por otro lado la vertiente histórica dice que si hay un entorno que indique que una obra de arte lo es, a través de lo que ha existido en tiempos anteriores, entonces lo es. Un ejemplo puede ser las esculturas que existen en ciertas tribus indígenas (bien podéis rastrear por Google y ver algunas imágenes), para ellos sin duda es una representación importante que entra dentro de su arte, pero bien puede ser que para alguien venido directamente desde el Tate esto solo sea una anécdota. No existe una definición exacta y concreta.
Puede entrar uno en la circunstancia de que cuando un grupo de personas con relevancia dicen que algo es arte pasa a serlo, independientemente de si para nosotros lo es o no. Una clara muestra de ello es que todos asumimos que si está en un museo, es que es arte o al menos queremos creer que es así. Podemos no entenderlo, no saber de qué va o directamente no gustarnos (un punto, una obra no tiene porqué gustar, puede que no lo pretende), pero el estar dentro de las paredes de una institución nos hace asumir que entra en la categoría propuesta.
Todo es pura fachada y mentira, al menos para los que están fuera de ese mundo, claro que si muchas personas dejan libre algo que no es cierto termina siéndolo. Esta idea se refleja realmente bien en “Untitled” en la escena en que Adam Goldber se prueba las gafas de Marley Shelton, para sorprenderse al ver que no tienen graduación, no son más que imagen pura y dura. Estos sencillos planos son una total crítica hacia la concepción del arte, no tanto de las obras y los hechos en sí, más hacia todo lo que rodea y el cómo para ser parte de ello tienes que entrar del todo en el juego.
Hace tiempo tuve la suerte, o no (ya depende de otras muchas ideas) de que una conocida que estudiaba arte me dijera que lo importante era el contexto, el proceso, el cómo se llegaba hasta la idea y no tanto su plasmación final. Realmente esto es así en toda forma de expresión, más allá de la mecánica pura está todo un proceso previo de decisión que va desde qué contar, cómo hacerlo a qué forma elegir. La representación es igual de relevante que el hecho representativo en sí mismo, pero claro, a nivel del público lo único que es accesible es lo que hay frente a los ojos y todo lo demás no existe.
“Untitled” no es una película conocida, tampoco es popular y dudo que alguien la considere una obra de arte, pero su mismo planteamiento entra de lleno en esta cuestión y en la duda de todas sus posibles respuestas. Si lo útil es bello y por tanto es arte, ¿es esta película útil o se puede considerar un simple entretenimiento?
Quizá la única forma de dar una respuesta a todos estos planteamiento sea a través de Hubbard cuando dice que “El arte no es una cosa sino un camino”.