En este cuento irreal, se anudan sentimientos muy reales y valiosos: el cariño en los detalles, el amor de cada día, la ternura en lo concreto; y nostalgia, bondad, alegría; y compartir las tristezas y los gozos, que es compartir la vida entera; y la amistad de un anciano con un niño, y redescubrir en esta amistad la ilusión perdida... ¿Cómo no va a emocionarnos una película así?
Con todo, lo mejor de ella está en los primeros quince minutos. Tiene un arranque espléndido, en el que un niño de apenas diez años -el aventurero y soñador Carl- descubre un buen día a la mujer de su vida: Ellie, una niña aún más soñadora y aventurera que él, que le muestra su pequeño album de aventuras ("My Adventure Book") y le habla de un lugar maravilloso e ignoto... A ese lugar -“Las cataratas del Paraíso”, en plena selva venezolana- sueña con ir algún día, y él promete sobre su corazón que algún día la llevará allí...
La vemos transcurrir en silencio, contada con ilusión y ternura, desde el comienzo en una boda alegre -que cambia el rumbo de sus sueños infantiles- hasta el triste final de una separación... que sólo en apariencia es definitiva.
Es una auténtica lección de amor en el matrimonio, y por eso creo que puede utilizarse con fines didácticos: para un modesto cine-fórum que sólo necesita 4 minutos para hacernos pensar, y conmovernos.
Os ofrezco aquí esta magnífica secuencia y luego dejaré algunos puntos para un posible cine-fórum: para pensar y dialogar sobre amor, familia y matrimonio.
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Puntos de análisis de la secuencia:
1. Dos familias que se encuentran; y, a veces, la de ella es distinta a la de él...2. Casarse es compartir tareas, sueños y aficiones; y, sobre todo, proyectos...
3. El primero de ellos es la propia casa: crear un hogar.
4. Olvidar y disimular los errores del otro (escena de las marcas de las manos en el buzón recién pintado).
5. Amar es también soñar con los hijos (escena de las nubes y de la preparación del cuarto).
6. ... Y, también, aceptar que Dios no quiera enviarlos.
7. En ese caso, Dios pone delante otros horizontes y otras aventuras.
8. Sueños grandes y realidades menudas: ahorrar para una ilusión (el bote de cristal)... aunque luego no llegue a cumplirse.
9. Siempre lo mismo, un día y otro, con ilusión renovada (El nudo de la corbata, la limpieza en la casa, la lectura en el salón).
10. Siempre enamorados, como el primer día (escena del baile, cuando son ancianos).
11. Valorar las ilusiones del otro. Y sorprenderlo (el billete a Venezuela).
12. "Hemos vivido una gran aventura: ahora sigue tú". El adiós definitivo.
(¿Queréis añadir algún punto más? Espero vuestros comentarios...)