Ups! Se ha roto el patito de goma de Hofman

Por Majo Ruiz @ms_artecontemp

Con aspecto de tortilla de patata aparecía esta semana pasada, 15 de mayo 2013(ver noticia) el patito gigante del artista alemán Florentjin Horman “Rubber Duck”. Un patito que se ha paseado por ciudades como Sidney, Osaka, Auckland o Sao Paolo y que ahora pensaba nadar tranquilamente por aguas chinas. 

Rubber Duck, Hofman (+ imágenes)


Rubber Duck, Hofman 

La obra de este artista destaca por sus creaciones de objetos gigantes, descontextualizados como pueden ser peluches, animales, juguetes como el patito de goma. Objetos que sacados de su propio contexto nos transmiten simpatía pero también extrañeza. Quizá el gran tamaño nos haga sentir también un poco pequeños ante cosas tan simples y nos haga reflexionar sobre toda la complejidad que creamos a nuestro alrededor para ser felices cuando algo tan simple puede despertar sonrisas. Una de sus obras más populares es Stor Gul Kanin, un conejo amarillo de grandes dimensiones (13 x 16 x 16 metros) colocado del revés, con las orejas en el suelo despertando la ternura de aquellos que pasean por la plaza. 

Stor Gul Kanin, Hofman

Según el artista este pato pretende despertar sonrisas, es algo inocente, sin connotaciones políticas. Se trata de un objeto universal, ¿quién no conoce los patitos de goma de las bañeras? Por lo tanto es algo que nos une a todos, global y que nos acerca unos a otros y que nos hace volver a la infancia, donde todo era simple y divertido.¿Y ahora qué? Toda la simpatía de este pato se transforma en desazón al verlo así tan deshinchado, tan desangelado, animalico… No están claras las causas, además parece que la propia organización entra en contradicciones, puede que haya sido el fuerte clima, puede que haya sido un acto vandálico o incluso, y pensando mal, algo premeditado por parte de la organización. Y al ver este tipo de noticias piensas en el valor que adquieren las obras de arte cuando son dañadas o cuando algún escándalo les rodea. El caso más reciente y popular es la restauración por parte de una anciana del Ecce Homo de la iglesia de Borja donde llegaron a cobrar entrada por la visita del templo o el caso del retrato de Mao Zedong (1972) que recibió un disparo y alcanzó su máximo valor estimado en la subasta de Christie’s, de 20.000 dólares pasó a más de 200.000. 

Mao Zedong, A. Warhol (1972)

Lo que sí está claro es que este patito volverá a las andadas.