Está en las afueras de un pueblo cercano a Sevilla, en una obra sin terminar.
Un hombre que lo vió y me avisó que se caía y de que no tenía fuerzas ningunas. Creía que se moría. Se bebió 2 litros de agua y comió una lata de carne.
Está esquelético, tiene un ojo rojo y sigue en el suelo, sin ningunas ganas de andar. No tiene fuerzas para nada. Es muy noble y bueno.
Da la sensación de haber estado amarrado porque las uñas las tiene grandes.
Se ve que cuando no les sirve, por mayor, lo han dejado en la calle.
No tengo sitio para él, ya que tengo muchos animales recogidos y no puedo más.
Por favor, ruego acogida para él, o alguien que lo quiera adoptar.
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