Los expertos en materia de redes sociales dicen que tenemos que prestar atención a los títulos que ponemos a las entradas de los blogs, y aunque parezca mentira, este título que he elegido no lo hecho porque sea fácil, que lo es, sino porque solo su lectura ya indica por dónde van a ir los tiros de lo que vas a leer.
En estos últimos días se ha enrarecido la campaña electoral a la Presidencia del Athletic de una manera ya habitual en Bilbao desde hace años. Estamos empezando a ver acusaciones de tipo político, declaraciones sacadas de contexto, insinuaciones y descalificaciones fuera de tono y, sobre todo, demagogia a raudales.
Por si esto fuera poco, el debate se ha desviado hacia los entrenadores, y no hacia los candidatos a Presidente, sus programas de trabajo, y los miembros de las candidaturas. No se está hablando del proyecto de futuro que las dos planchas en liza presentan, y esto es preocupante porque el Athletic no son Caparrós ni Bielsa, ellos son entrenadores que un día ya no estarán pero el Athletic permanecerá, y los socios debemos prestar especial atención a lo que va a pasar con San Mamés Barria, con nuestra cantera de Lezama, con la conservación de la filosofía que nos hace tan maravillosamente diferentes, y con la honestidad en la gestión futura.
Los socios tenemos la obligación de pensar en todo esto a la hora de ir a votar, tenemos que elegir qué estilo de trabajo y de gestión queremos en nuestro Club. Y todo lo que sea desviar la atención y el debate hacia la figura del entrenador que ocupará el banquillo el próximo año, es un intento de manipulación de lo que hay en el fondo. Caer en este juego sería, en mi opinión, una irresponsabilidad por parte de los socios.
Yo tengo claro que quiero ver a Josu Urrutia de Presidente porque sus 25 años de dedicación a este Club me representan absolutamente, y PORQUE SE NECESITA CAMBIAR. Y le voy a votar a él y a su equipo de trabajo, no voy a votar a Bielsa, porque ni él ni Caparrós son una garantía de nada.
Espero que mañana los socios vayamos a votar de forma responsable y, por tanto, votemos programas y candidatos, NO entrenadores.