El artículo Ursula K. Le Guin | #FantasyMarch es propiedad de Carmelo Beltrán.
Hoy se va a romper una de las máximas con las que ha funcionado este blog. Hasta este momento nunca he hecho mención a escritores o libros que no he leído. Sin embargo, la ocasión lo merece. Estamos en #FantasyMarch, contexto en el que quiero honrar a una autora que dejó su huella en la literatura de género. Sin duda, una de las más icónicas e importantes narradoras de fantasía y ciencia ficción. Este es un pequeño homenaje a Ursula K. Le Guin.
Ursula K. Le Guin | #FantasyMarch
La saga de Terramar aguarda desde hace casi un año en mi estantería. Ni siquiera tengo claro de qué trata. He leído su argumento, he visto algún vídeo… pero siempre con la mesura de que no me desvelen nada que me impida disfrutar de ella en totalidad.
Me hice con ella simplemente por quien estaba detrás. Ursula K. Le Guin es una autora que me habéis recomendado por activa y por pasiva. Así que cuando vi que se trataba de una de las obras de literatura fantástica más queridas, no lo dudé ni un segundo. Al final, todos los que la han disfrutado hablan de ella con tanta fuerza y orgullo que estoy seguro de que me enamorará. Sin embargo, no podré evitar realizar esta lectura de una manera triste. Quizás por no haber podido tener de referente a una escritora contemporánea que tantos compañeros han tenido.
Ursula K. Le Guin: vida y obra
Nacida el 21 de octubre de 1829 en Berkeley (California), nos dejó el pasado 22 de enero de 2018 en Portland. Autora polifacética en géneros, ha dejado su huella, ante todo, en la ciencia ficción y fantasía. En estos géneros la crítica es unánime: cantidad, calidad y galardones por doquier.
Su sombra de escritora se ve moldeada por el ambiente en el que nace. Es un contexto repleto de creatividad. Su padre era Alfred Kroeber, un antropólogo reconocido que trataba de regalar a su hija muchas historias del pasado. Relatos y narraciones que influirían posteriormente la temática de muchas de sus obras. Su madre, Theodora Kroeber, escribió una de los textos que cambiaría su vida: La historia de Ishi. Una historia sobre el considerado último indio nativo americano y la forma en la que se relacionaba con la sociedad. Punto de inflexión en la vida de la pequeña Ursula K. Le Guin.
Desde edad temprana muestra una pasión por la escritura. En un hogar en el que todo el mundo disfrutaba de las historias, ella no iba a ser menos. Con la tierna edad de once años envió su primer relato a la revista Astounding Science Fiction. Momento de su vida en el que encontraría su primer rechazo literario. No obstante, en lugar de rendirse, a pequeña Ursula K. Le Guin lo usaría para tratar de mejorar en su narración.
Ella no tenía ninguna duda. La literatura tenía que ser su destino. De esta manera, quiso impregnarse de ella. Estudió en la Escuela Radcliff de la Universidad de Harvard hasta el año 1951. Con veintidós años todavía no había publicado ninguna historia, pero su amor por las letras se había fraguado como lectora.
En el año 1952 seguiría preparándose con un Máster en Lengua Romances. En este período consiguió una beca para estudiar en Francia, lugar donde conoció a Charles Le Guin, que se convertiría en su esposo.
El tiempo que pasó en Francia le llevó a dominar su lengua. De esta manera, cuando volviera a Estados Unidos se dedicaría a impartir clases de francés en universidades. Todavía no se estaba dedicando a la literatura, pero le faltaría poco tiempo.
Llega 1958 y la instalación en Portland, lugar donde pasaría el resto de su vida. Allí conformó una familia junto a su marido y tres hijos. Solo entonces le llegaría el momento a la escritura.
Considerada a sí misma como feminista y taoísta, impregnó sus obras con el aroma de su ideología para inmiscuirse de lleno en esta lucha. Luchaba con su pluma por todo en lo que creía. En sus historias se puede encontrar de manera recurrente alusiones a los ideales anarquistas, que ella valoraba de forma positiva.
El universo de Ekumen y la ciencia ficción
En 1962 Ursula K. Le Guin realizó su primera publicación. Muy lejos en el tiempo quedaba aquella niña de once años que en 1940 había sido rechazada en una revista. Ahora se trataba de una mujer que había madurado sus letras, que había encontrado su tono y que estaba dispuesta a todo. Con treinta y tres años vio, por fin, una de sus historias en la revista literaria Amazing.
Las novelas todavía se harían esperar cuatro años más. En 1966 puso a la venta su primer trabajo de grandes dimensiones: El mundo de Rocannon. Una historia que narra el viaje de un científico a una realidad poblada por tres especies de extraterrestres inteligentes. A pesar del contexto fantástico que rodea a la trama, se trata de una obra encuadrada en la ciencia ficción.
Aunque ella todavía no lo sabía, esta historia fue la primera piedra sobre la que posteriormente edificará el ciclo Ekumen. Una serie en la que convivirían razas de humanoides distintas descendentes de una sola civilización ancestral. Trama que serviría como base para el análisis de diferenciación psicológico y sociológica de sus especies, así como su exploración tomando como referentes nuestra propia cultura.
De esta manera, el ciclo continuaría con las siguientes publicaciones:
- Planeta del exilio (1966).
- La ciudad de las ilusiones (1967)
- La mano izquierda de la oscuridad (1969). Considerada una de sus obras más importantes, fue la novela que la catapultó hasta la fama. Con ella ganó su primer Premio Hugo, un galardón que abriría la puerta a muchos más.
- El nombre del mundo es bosque (1972). Galardonada con un nuevo Premio Hugo. Se trata de una obra en la que trata el atraso ético de la raza humana en comparación con otra especie que encuentra. Es una novela construida sobre las bases del ecologismo y el pacifismo. Como podéis imaginar, también en la ausencia de ellos por parte de la humanidad.
Durante este tiempo, Ursula K. Le Guin no se limitaría a constuir el ciclo de Euken, sino que iría más allá. Su mente, incansable, concibió muchas más historias de ciencia ficción. Entre ellas destacan:
- La rueda celeste (1971). Está considerada como una de las más importantes de su producción de ciencia ficción.
- El ojo de la Garza (1983).
- El eterno regreso a casa (1985)
Sin embargo, ninguna de ellas tiene la importancia de la novela que publicaría en el año 1974: Los desprotegidos: una utopía antigua. Una obra que trataría con claridad la temática del anarquismo y la manipulación de los individuos y su vida en un sistema totalitario. Ella quiere conjugar las contradicciones evidentes entre el amor auténtico y un servicio desinteresado a la sociedad.
Esta historia la llevó a ser nombrada en el 1975 como la mejor escritora de ciencia ficción del año por la Sociedad Mundial de la Ciencia Ficción y por la SFWA. Año en el que conmemoraría este galardón con la publicación de Las doce moradas del viento. Una recopilación de cuentos que ya había publicado, pero cuyo acceso era realmente complicado.
Durante todo el período de tiempo que se ha abarcado en este apartado, Ursula K. Le Guin continúo con su actividad de publicar en revista de ciencia ficción diversos relatos. Posteriormente se recopilarían en diversas antologías. Es menester destacar:
- La rosa de los vientos (1982).
- Un pescador de mar interior (1994).
- Cuatro caminos hacia el perdón (1995).
Terramar y la literatura fantástica
A pesar de todo, este mes es el #FantasyMarch. Esto implica que hoy estamos aquí por la literatura fantástica de Ursula K. Le Guin. Por supuesto, es preceptivo recordar su faceta literaria en aspectos como la ciencia ficción. Sin embargo, si la hemos escogido entre todos (pregunté en Twitter e Instagram por autores y autoras) ha sido por la huella que ha dejado la serie Terramar.
En el año 1968 vería la luz la primera entrega de Terramar. Bajo el título de Un mago de terramar se presentaba una historia de un joven aprendiz de mago que tiene que enfrentarse a sus miedos y fantasmas personales y del pasado.
Esta entrega sienta las bases de lo que luego se convertiría en una gran historia. Se trata de una narrativa que muestra la lucha del protagonista contra su propia sombra. Entendida esta como la parte oculta en el subconsciente con potencial inexplorado, animal y malvado. Expertos del mundo de la psicología dicen que se trata de una obra que va mucho más allá de la simple ficción literaria. Afirman que se embarca en el mundo del realismo inconsciente.
En 1971 continuaron los lanzamientos de la serie Terramar. En esta fecha Ursula K. Le Guin publicaría Las tumbas de Atuán y La costa más lejana.
Sin embargo, tuvieron que pasar casi veinte años para que los seguidores de esta historia volvieran a escuchar hablar de la serie, sus personajes y tramas. Hasta 1990 no se publicaría un nuevo título de la serie. Este fue Teharu y marcó un antes y un después, al menos a nivel de crítica. De toda la producción de la saga Terramar, fue la única que llegó a ser premiada. Recibió el Premio Nébula en 1990. Además, tiene un significado muy especial. Es la primera vez que este galardón se entregó a una novela que no fuera de ciencia ficción.
En el año 2001, tras otros once años de suspense, llegó el último lanzamiento en forma de novela de Terramar: En el otro viento.
Eso sí, la producción de esta serie no concluyó con ella, sino que Ursula K. Le Guin siguió explotando su universo en forma de relatos y cuentos. Muchos de ellos serían recogidos en Cuentos de Terramar, un compendio de historias que, como curiosidad, sería adaptado por Studio Ghibli posteriormente.
El resto de la obra de Ursula K. Le Guin
A pesar de que la escritora sea conocida, ante todo, por su calidad literaria en estos géneros, también se atrevió con otros formatos. Así, en su obra se pueden encontrar libros infantiles, mucha poesía, ensayos y relatos (más allá de las recopilaciones).
La antropología de la ficción de Ursula K. Le Guin
Muchos la denominan como antropología social. Independientemente de las fuentes que utilices para conocer información sobre la escritora americana, todas las que la han estudiado afirman que la antropología y la sociología son temas claves en su obra.
Su interés por la antropología surge de la mano de la obra que escribió su madre: La historia de Ishi. Se trata del último nativo americano que fue considerado como indio salvaje. De tal manera, que su relación con el mundo moderno del hombre blanco dejó una huella imborrable en Ursula K. Le Guin a través de las letras de su madre.
Leer esta obra fue el punto de inflexión que llevó a la escritora a la lucha por la integración social y cultural de las etnias minoritarias. Hecho que se puede apreciar en sus historias. Lugar donde realiza las reivindicaciones con una mayor fuerza.
La escritora explora estas ideas a través de historias en los que se adentra en temas y aspectos inusuales de culturas extraterrestres. Su objetivo es compararlas e invitar a la reflexión con nuestra propia cultura.
Además, toda su obra está impregnada de personajes y argumentos feministas. Sus personajes masculinos están desprovistos de comportamientos machistas o patriarcales. Deja en manos del diálogo y casi nunca de la fuerza la resolución de los conflictos. Es mejor la palabra que las armas. Una máxima que seguiré siempre en sus historias y vida.
La importancia de la naturaleza en sus historias
Ursula K. Le Guin fue una persona totalmente comprometida con la lucha por la naturaleza. Tenía la fuerte convicción de que la forma de vida del estadounidense medio era perjudicial para esta. Con ello, quería advertir de que cualquier daño infringido en ella se volvería tarde o temprano contra nosotros.
Es algo que quiso dejar patente en sus novelas. De esta manera, ella centraba parte de sus narraciones en el hecho de que una relación positiva entre ambas partes sería beneficioso para los dos.
Taoísmo y anarquismo
Ursula K. Le Guin nunca llegó a considerarse anarquista. Pensaba que su estilo de vida no estaba acorde con esta ideología. No obstante, sí que hizo mucha crítica social desde este punto de vista.
Para empezar, quiso incitar a la reflexión en el hecho de que si bien la democracia era una forma social adecuada para asegurar una convivencia estable, no tenía por qué ser el único camino para lograrlo. Así, la escritora participaba en muchas marchas por la paz y la integración social en la que denotaba esta opinión.
Ella afirmaba que el anarquismo tenía un papel imprescindible para la sociedad. Lo definía como práctico. Incitaba a que cada cual se preguntara hasta dónde estaba dispuesto a llegar por lo que le interesaba y acerca de quién establecía sus límites.
Influencia en otros escritores
Ursula K. Le Guin ha sido un referente literario en el terreno de la literatura fantástica y de ciencia ficción. Gran exponente de cómo hay que contar las historias y la manera en la que construir los mundos, su pluma ha influenciado la de muchos otros de gran renombre.
Por ejemplo, Neil Gaiman e Ian Banks admiten que sus trabajos no habrían sido los mismos de no haber sido por Ursula K. Le Guin. Otros como Salman Rusdhie o David Mitchell ratifican estas palabras.
El feminismo en la literatura fantástica y ciencia ficción
A Ursula K. Le Guin se la ha señalado en distintas ocasiones como la escritora que introduce la temática feminista en la literatura fantástica y de ciencia ficción.
Esto, que parece una proeza sin precedentes, en realidad es mucho más importante de lo que podemos llegar a pensar. La literatura fantástica y la ciencia ficción son géneros que eran consumidos prácticamente solo por hombres. Por el simple hecho de leerlo a una mujer se la atacaba con muchísimos prejuicios.
Como sucede ahora en otros colectivos como el de los videojuegos por algunos energúmenos, muchos colectivos se sentían amenazados ante la entrada del género femenino en el que habían considerado su territorio. La pluma de Ursula K. Le Guin permite trazar puentes en este sentido. Romper barreras de pensamiento y enseñar que la literatura fantástica no era solo de hombres frikis. Se podía ampliar a todos los espectros.
Curiosidades de Ursula K. Le Guin
Como ya es costumbre en este #FantasyMarch a la hora de cerrar la vida y obra de los escritores, ¿qué mejor que una serie de curiosidades sobre los mismos?
Estas son algunas de Ursula K. Le Guin:
- Compartió colegio con Philip K. Dick. Esto se dio en una escuela de Berkeley. Aulas que dieron paso a dos de las principales mentes pensantes de la literatura del siguiente siglo. Nunca llegaron a conocerse porque el autor tenía un año más que ella.
- Ursula K. Le Guin siempre defendió que era bueno influenciarse del trabajo de otros escritores. Inspirarse es una gran manera de mostrar respeto. Sin embargo, sí que le molestaba en demasía que cuando alguien lo hiciera no quisiera admitirlo. De esta manera, en un artículo llamado Arte, información, robo y confusión recriminó a J.K. Rowling el no querer reconocer que Harry Potter tenía claras influencias de Un mago de Terramar.
- En una adaptación de televisión le cambiaron el color de piel a uno de sus personajes. Este tenía el pelo oscuro en la novela y fue representado en blanco. Ella hizo referencia a que los colores tenían sentido.
- Se negaba a colaborar en antologías de relatos en las que ella fuera la única mujer.
- Tuvo tres hijos y a cada uno de ellos les leyó en voz alta la trilogía de El señor de los anillos. Afirmaba que la cadencia de palabras utilizada por el escritor a la hora de narrar algo que había que entonar a los cuatro vientos.
Conclusiones
Este es mi pequeño homenaje a Ursula K. Le Guin. Es una de los escritores más importantes que ha poblado la literatura fantástica y de ciencia ficción en particular, y el ámbito escrito en general.
Si después de este homenaje no me dispongo a leerla ya nada lo hará. Así que termino estas líneas contemplando mi volumen de la Saga Terramar en la estantería y prometiéndome leerlo muy pronto.
¿Cuál es vuestra historia favorita de la escritora? ¿Qué es lo que más destacáis de ella?
El artículo Ursula K. Le Guin | #FantasyMarch es propiedad de Carmelo Beltrán.