Ya no existen los imposibles para Rafael Nadal [1] en el circuito masculino, en donde nuevamente ha vuelto a escribir una nueva página en la historia del tenis. El español venció por 6-4, 5-7, 6-4 y 6-2 al serbio Novak Djokovic [3], y se consagró en el Abierto de los Estados Unidos, el único Grand Slam que le faltaba en su colección personal.
Además, con 24 años, Nadal se convirtió en el jugador más joven de la Era Abierta (desde 1968) en ganar los cuatro torneos más importantes del mundo del tenis. En tanto, Don Budge, en 1938, con apenas 22, es el que posee el récord absoluto.
La primera parte no fue del todo buena para el serbio, porque el español quebró de entrada, y con su servicio, se adelantó 2-0. Sin embargo, Nole se recuperó en el cuarto juego, e igualó en dos el match. Aunque Rafa nuevamente sacó a relucir su temperamento, el cual siempre está presente en los partidos decisivos, y en el game siguiente volvió a sacar ventaja por 3-2. A partir de ahí, el mallorquín comandó la riendas del set hasta el final, y tras 50 minutos, se llevó por 6-4 el parcial.
En el segundo, Djokovic se plantó mejor, con la firme intención de no entregar el encuentro fácilmente. A través del drive, clave en muchas partes de la manga, comenzó a ejercer su tenis por sobre el español. Así, el 3-1 (break mediante), fue el puntapié para adelantarse en el tablero. Aunque otra vez el ibérico le puso freno a la alegría del balcánico, y no sólo se recuperó, sino que revirtió el marcador, el cual pasó a estar a su favor por 4-3. En ese momento, la protagonista del día lunes: la lluvia, dijo presente cuando la final tenía cuatro juegos por lado.
La suspensión de más de una hora y media, puso en vilo la definición del torneo, que estuvo muy cerca de jugarse un martes (algo que nunca había sucedido). Pero el clima se apiadó de la ciudad de Nueva York, y decidió que la acción se reanudara.
En el 'nuevo partido', Nole volvió enchufado al Arthur Ashe Stadium, y con una devolución profunda (en la primera posibilidad que se le presentó), le bajó el telón al segundo parcial por 7-5, quitándole el invicto del torneo a Rafa, quien no había cedido ningún set en sus seis presentaciones anteriores.
Con la igualdad, la balanza podía estar para cualquiera. Sin embargo, Rafa le arrebató el servicio al serbio en el tercer game, y comenzó a molestar a Djokovic, quien de a poco empezó a sentirse más molesto, producto de las devoluciones de su rival, que tienen por sello devolver pelotas sumamente complicadas, casi imposibles, y a las líneas. Así, el serbio comenzó a sufrir cada vez que retuvo el saque, mientras que Nadal no pasó mayores sobresaltos. Por eso, no sorprendió que el tercero fuera para el número 1 del mundo, que tras dos buenos servicios, lo ganó por 6-4.
El cuarto arrancó con la premisa de que si el ibérico quebraba, se acababa el partido. Y así fue, el break del segundo juego acabó con la moral de Djokovic, hoy en el puesto 2 del ranking, quien a pesar de luchar, con el 1-2 en contra empezó a tirar la toalla. Más allá de alguna posibilidad para descontar, el 6-2 para el mejor jugador del planeta fue la síntesis de un set que lo tuvo en un nivel espectacular, en el que corrió y devolvió todo lo que su rival le tiró.
Rafa es el tercer español en ganar, en la Era Abierta, el Abierto de los Estados Unidos. Antes, el trofeo del certamen neoyorquino fue para Manuel Orantes (1975), y Juan Carlos Ferrero (2003). En tanto, en los tres Grand Slams obtenidos este año: Roland Garros, Wimbledon, y US Open, el malloquín tan sólo perdió seis parciales, al cabo de 21 partidos. Por ello, no caben dudas que el 2010 en el mundo del tenis tiene un sólo nombre: Rafael Nadal, un pedazo de historia de este deporte.
Cuadro de singles masculino
Foto: Yahoo.Sports.com