En la vida del creyente existirán situaciones desagradables. Situaciones que claramente van en contra de lo que habla la Palabra de DIOS, como enfermedades, malos tratos, problemas conyugales, trabajo excesivo, entre otros.
Y el creyente al pensar que aquello viene de parte del SEÑOR se acostumbra a ello.
Pero, ¿qué padre de vosotros si su hijo le pide un pan le dará una piedra? DIOS es bueno y quiere que Sus hijos estén contentos con la vida que les ha dado.
i bien es cierto que existirán casos los cuales dentro de la soberanía de DIOS no pueden ser modificados, la constante de DIOS es que Él quiere darnos lo que anhelamos (Jeremías 29:11) porque Jesús pagó el precio de nuestra plenitud (Isaías 53:4-5).
Vivir abrumado por lo que el creyente considera cargas nubla la vista espiritual. Impidiéndole ver todo el poder que habita dentro de él/ella para cambiar la situación que le oprime. Si el SEÑOR permite problemas en la vida de los suyos es solamente para que Su poder y gloria sean manifestados.
Cuando reconoces quien es DIOS y que Su poder habita en ti, los problemas toman su justo tamaño.
No andes por la vida cargando problemas, mejor permite que el SEÑOR les conquiste por medio de tu oración. Si tú aceptaste a Cristo en tu corazón, entonces Su poder está en ti (Gálatas 3:27). El mismo poder que hizo que los muros de Jericó cayeran, que hace que los muertos se levanten, que conquistó naciones enteras para Israel, que sanó leprosos y que libera endemoniados, habita en ti. Créelo.
“Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.” Juan 16:7 (Reina-Valera 1960).
Sé libre de cualquier cosa que te oprima, pues Cristo ya le conquistó por ti.
Autor: Richy EsparzaEscrito para: Devocional Diario