Así podré responder al que me ofenda, pues confio en tu palabra.
No quites de mi boca la palabra de verdad, pues he puesto mi esperanza en tus decretos. Salmo 119:41-43
Cerca de nosotros esta la Palabra de Dios, en nuestra boca y en nuestro corazón (Romanos 10:8); la Palabra es la espada del Espíritu, y como tal es la herramienta para que Dios obre a través de ella en nuestras vidas, es por ello que el apóstol Pablo nos recomienda que la Palabra de Cristo more en abundancia en nosotros (Colosenses 3:16) porque es a través de ella que su Santo Espíritu sana las heridas de nuestro corazón, nos libra de toda opresión satánica, nos libera de todo yugo, y es a través de ella que clamamos a nuestro Eterno Dios en momentos de aflicción y quebrantos ; como también el meditarla y ponerla por obra, permite que nuestro camino sea próspero y todo nos saldrá bien (Josué 1:8).
Así como Jesús de Nazaret uso la Palabra para vencer al enemigo cuando fue llevado por el Espíritu al desierto por cuarenta días, y era tentado por el diablo, podemos ver que siempre le citó la Palabra, porque ella tiene poder, porque es la verdad, y la Verdad es la que nos hace libres.
2 Corintios 1:19-20
Un abrazo lleno de grandes bendiciones.