Ustedes hagan las leyes…

Publicado el 13 diciembre 2016 por Salva Colecha @salcofa

Cuentan que allá por los tiempos de Alfonso XIII (Para las víctimas de inventos varios de los Ministerios de Educación, resumiendo muchísimo, un rey bigotudo, bisabuelo del actual y que salió de España por piernas antes de la Guerra Civil) se daba la alternancia entre partidos (algo así, más o menos y a efectos prácticos como el PP y el PSOE en estos tiempos). El bipartidismo era eso, bipartidismo Se turnaban los liberales de Sagasta y los conservadores de Cánovas del Castillo con el consecuente resultado, aquí no se movía ni el viento, lo que hacían unos destrozaban los otros y viceversa.

Por aquellos tiempos el Conde de Romanones, un político español con unos números de estrella del AllStar (3 veces Presidente del Consejo de Ministros y 17 veces ministro) dejó al Congreso de los Diputados ojiplático con una frase que si te paras a pensar es una verdad como un templo “Ustedes hagan las leyes que yo haré los reglamentos”. Esta frase encierra una verdad de esas que dejan helado al mismísimo infierno y que con el paso de los tiempos continúa siendo lamentablemente verdad en muchos casos. Romanones dejaba claro que el legislativo podía aprobar leyes pero la pieza para aplicarlas (el Reglamento) era cosa del gobierno y que él mismo se encargaría de dar la vuelta a la ley como un calcetín con un reglamento bien engrasado. Al oir eso todos se quedarían petrificados y supongo que volverían a casa cabizbajos, con la cabeza en una bolsa de papel con agujeritos. Esta es una de las frases que definen para siempre el espíritu de un político y sus maneras, ¿verdad? Pues bien, nuestro Presidente del Gobierno nos dejó el otro día  una perla igual de demoledora pero con menos perfil y glamour que la del Conde (todo degenera, ni los autoritarios de hoy son como los de antes). Y poco se ha hablado de ello.

La semana pasada nuestro presidente-faraón soltó en el Congreso algo que nos debió dejar helados como esquimales en ropa interior a aquellos que creemos en la democracia. Nos hizo recordar aquello de W. Churchill que decía “la democracia es la menos mala de las formas de gobierno” mientras nos repetíamos “calma, calma ya pasará” y decíamos “OMMMMM”. El presidente le contesto a Iglesias que el Gobierno sólo aplicará las iniciativas del Congreso que sean obligatorias por ley. La frase a la primera da pavor pero si lo vuelves a escuchar la cosa cambia a un ascazo terrible. Según el presidente de un gobierno presuntamente democrático solo se aplicará aquello a lo que se le obligue por la fuerza. El resto de iniciativas del legislativo pasarán directamente a la hoguera, creo que está pensando en prender de nuevo el vertedero de Seseña, no se. Falta saber si el la Mesa del Congreso dejará pasar algo que al final pueda parecerse a una Ley (hasta el momento, poco) o se dedicará a jugar a que todo siga igual. Bloqueando toda iniciativa, congelando la vida legislativa, dejando pasar lo suyo y frenando el resto. Sería lo suyo, así no haría falta obligar al jefe y sus amigotes.

Por lo visto este es el respeto que le merece la oposición a alguien que hablaba de  nosequé de diálogo y mano tendida pero que ahora nos dice que si queremos algo habrá que obligarle. Eso creo que no está en la definición de diálogo de la RAE.

Aplicar sólo aquello a lo que se le obligue a uno no es más que someterse a la fuerza y lo de someterse a la fuerza nunca es bueno. Ya sólo faltaría que no cumpliese la ley (en el hipotético caso de que alguna vez la cumplan) aunque también es verdad que en eso de hacer como el Conde de Romanones y buscarle cinco patas a un gato o agua en mitad del desierto para encontrar una rendija por la que colarse, en eso sí son verdaderos maestros.

Creo que deberíamos ir preparándonos para ver como el Gobierno no cambia su cara ni un poquito y se dedica a ir encajando con una sonrisa alguna que otra pírrica victoria de la oposición que se desangrará para arrancar alguna migaja. Mariano se enroca