Utopía de lo eterno
en la verdad del poema,
en las palabras que matan
sin ser pronunciadas
espadas de traición.
La musa de algodón vuelve
a su lecho gris de verbo solitario
donde la soledad tiene
ese sabor metálico de la melancolía
envuelta en un beso.
Nunca podrás comprender
al pájaro sin alas que llora en su rama.