Cuando comenzó la nueva etapa de Patrulla X con base de operaciones en San Francisco mostré mi descontento inicial en este blog, aunque con el paso de los números la colección tal vez pudiese mejorar. No obstante, sagas como la actual prueban que la labor del guionista MattFraction al frente de la colección está resultando de lo más insulsa posible. En este cruce de caminos con los Vengadores de Osborn continúan los absurdos recuadros de presentación de los personajes propios de Fraction, sus diálogos en ocasiones farragosos y los actos sin consecuencias que tanto caracterizan esta etapa. Sólo se salvan algunos entretenidos momentos de acción y la escasa presencia de Norman, pues desde luego el crossover en sí resulta completamente intrascendente.
En el apartado gráfico nos encontramos con estilos tan dispares como los del matrimonioDodson en la colección mutante, los de LukeRoss y MikeDeodatoJr en la de los Vengadores y la breve intervención del legendario Marc Silvestri en el número inicial. Poco pueden aportar los dibujantes en este caso, tan sólo cumplen con el evento editorial plasmando en las viñetas el constante ir y venir de infinidad de personajes desdibujados argumentalmente.
Al final, razón no le faltaba al genial episodio de Control de Dañosen el que se afirmaba que los macroeventos mutantes pueden resumirse en que todo el mundo sigue odiando a la Patrulla X una vez terminan; además del considerable gasto que supone para los lectores tener que hacerse con las colecciones relacionadas en busca de algo de coherencia. En fin, una saga innecesaria que no aporta nada nuevo y cae en viejos tópicos cientos de veces narrados. Menos mal que los Vengadores Oscuros continúan con su ritmo habitual tras los episodios ligados a este evento.
Aprovecho la ocasión para felicitar a Mundo Cinefilia por su primer aniversario, para cuya celebración han realizado una revista con colaboraciones de sus miembros en la que figura mi artículo Cuando la viñeta saltó al celuloide, centrado en las adaptaciones de cómics al cine.