¡Y seguimos en pandemia! Planes de viajes a sitios más lejanos han tenido que suspenderse. Decidí organizar algo fácil dentro del país. En general siempre organizo mis vacaciones de invierno en abril, pero este año lo hice a principios de julio, ya sobre la fecha. Después de meses congelándome en el trabajo con la ventana abierta, decidí ir al calor (o eso pensaba). Sin pensarlo mucho compré los pasajes en Aerolíneas Argentinas (JetSmart tenía buenos precios para la vuelta, pero no para la ida) y reservé por Booking. Busqué un sitio nuevo, no porque el anterior hospedaje que tuve en Iguazú no me gustara, sino porque en estas circunstancias pensé que podía pagar un poco más.
¿Qué necesité hacer en esta era Covid para viajar?
- Bajarme la aplicación Misiones Digital (aunque nunca me la pidieron). A propósito, si van en Aerolíneas les conviene tener la app Bravo! para ver películas o series durante el viaje (si es que funciona).
- Hacerme el test Covid 48h antes. También era posible hacerlo gratis en el aeropuerto al llegar si uno iba con reserva. Yo preferí ya estar tranquila al respecto.
- Saqué el permiso de circulación y tampoco me lo pidieron. No me extraña.
Salí de Buenos Aires el lunes 19. Fui con el colectivo 45 a Aeroparque. Fui tres horas antes como dicen, pero la verdad es que el check in y todo lo demás fue rapidísimo así que me sobró tiempo.
Al llegar al aeropuerto de Iguazú nos dividieron en dos filas: los que teníamos el resultado del test y los que no lo tenían. Yo lo mostré y pasé. Contraté el transfer con la misma empresa con la que lo hice siempre: Four Tourist Travel. Ahora cuesta $500 ida y vuelta. Me dijeron que están saliendo cada 20 minutos. En un rato estaba en el hotel que había reservado: Reflejos de Luna Llena.
Es un apart hotel que cuenta con habitaciones o departamentos. Yo tenía una habitación amplia con aire frío/calor, televisor con cable, heladera, pava eléctrica y utensillos como tazas, vasos, cucharas, sacacorchos, repasador (e infusiones). En el baño había un secador de pelo. Muy limpio y cómodo. El sitio tiene un gran patio con pileta (que no tuve oportunidad de usar). Buena ubicación, muy segura. Sólo me hubiera gustado que no entrara luz por las ventanas de la puerta.
Comí unas empanadas que había llevado desde Buenos Aires (sí, se pueden llevar empanadas en el avión en viajes de cabotaje) y salí a caminar por el centro. Realmente hacía frío (por suerte la ducha estaba bien caliente). Para la cena compré ravioles de rúcula con salsa portuguesa en Pizza Color que comí en el hotel. No estaban mal, pero meh.
Para el otro día había reservado para las 9 de la mañana un tour guiado por el centro. Me había parecido interesante para conocer un poco la historia de la ciudad. Aunque gratuito (por propina), el tour lo había encontrado en la página española de Civitatis. Iguazú Free Walks me mandó dos emails preguntándome si confirmaba la salida a lo que contesté afirmativamente. Ese día, pese al clima gélido bajo cero de térmica, fui a la Plaza San Martín para el recorrido. Y esperé y esperé mientras me congelaba al aire libre. Pasaron 20 minutos y nada. Decidí guarecerme en la Oficina de Turismo para entrar en calor y llamar por teléfono al número que aparecía en la reserva. Ahí me dijeron que el guía se había descompuesto y que se suspendía la salida, que si quería podía pasarla para otro momento. ¿En serio? 1. No podía. 2. Después de dejarme plantada un día como ese ¿realmente creían que iba a interesarme organizar para otro momento? ¿Por qué no me avisaron? ¿O es que no hubo más reservas y no les convenía hacer el tour para una persona? Sea como sea, no los recomiendo. ¡Para eso me levanté y chupé frío!
Bueno, como ya estaba levantada resolví seguir el consejo de la gente de la Oficina de Turismo y hacer el recorrido con el bus turístico. Para eso tuve que esperar hasta las 10:30. El bus cuesta $600 y sale también de la Plaza San Martín (lástima que la grabación es de 2011 y ha quedado vieja). Es una buena opción porque incluye varias paradas y uno puede usarlo otro día. Esa mañana hice el recorrido completo que dura dos horas y tiene paradas de varios minutos en la Reserva Iryapú y en el hito.
Luego compré un sándwich de milanesa (para el día siguiente, $350) y una porción de chipá guazú en El árbol real, una panadería y restaurant frente a la terminal. Almorcé en el hotel el plato de chipá guazú y luego me recosté porque estaba con migraña. No sé si a causa del frío que había sufrido antes.
La gente de la agencia Coendu pasó a buscarme puntualmente a las 16:30 para el paseo en catamarán. Pueden comprar el pasaje directamente en la página o en el puerto. Al hacerlo por agencia fueron a buscarme y luego me dejaron en el hotel al terminar. Salimos a las 17:30 con la idea de ver el atardecer en el río. Fue una hermosa manera de celebrar el día del amigo. Nos recibieron con caipirinha. Yo me senté adentro pero al lado de la puerta abierta por el tema de la ventilación cruzada. El paisaje, una maravilla. Luego hubo un show musical. No me esperaba tanto. Fue una muy buena experiencia.
Para cenar, fui a comprar algo a La Misionerita. Pedí un shawarma mixto y una ensalada rusa. La verdad es que la ensalada rusa estuvo de más y no era muy buena (me quedó para otro día), pero el shawarma resultó espectacular. Hecho en la parrilla y con papas fritas dentro. Una delicia.
Al día siguiente me levanté temprano para tomar el colectivo de las 8 al Parque Nacional Iguazú (ya había comprado los pasajes en la boletería de Río Uruguay, $600 ida y vuelta). El colectivo sale del hito a las 8 y llega minutos después al centro. Yo lo tomé afuera de la terminal (enfrente del restaurante Doña María, en la avenida Córdoba). No fue muy puntual. Fui con todos los guías al parque. Se tarda una media hora aproximadamente.
Es importante saber que por la situación de pandemia hay un cupo para entrar al Parque Nacional por lo que se compran las entradas de manera anticipada a través de internet: Entradas Parques Nacionales. Asimismo, no se permite entrar sin un guía que cuesta $200 por persona.
Apenas llegué fui a boletería a cambiar mi entrada digital por una física y entré justo en el momento en el que abrían: a las 9h. Antes había preguntado bien cómo hacer porque mi plan se salía un poco de lo ordinario y eso se debe a que ya conozco el Parque y había ido hace poco. Me asignaron una guía y fui con mi grupo al tren ecológico.
El paseo más común incluye una visita a la Garganta del Diablo y un recorrido por el circuito superior (el inferior está cerrado actualmente por un derrumbe). Pero como a mí no me interesaba el circuito superior (que es hermoso, pero ya lo conozco) hice solamente la primera parte. La Garganta del Diablo sigue siendo una experiencia bellísima. Volvimos al tren, escapamos de los coatíes hambrientos y seguimos hasta la Estación Cataratas. Ahí le pagué a la guía mis $200 y me separé del grupo. Los demás iban para el circuito superior mientras yo volvía a la Estación Central con el tren vacío. Es raro esto de no ir por libre.
Habían pasado tres horas desde mi entrada al parque. Volví al puesto de los guías y busqué al grupo que iba al sendero Macuco, el único circuito que tenía pendiente. Tampoco se podía hacer de manera independiente sino con guía (otros $200). Hay dos salidas, una a las 10:30 y otra a las 12:30. Yo me presenté a la salida de las 12:30. De haber hecho al revés, no habría podido ir a la Garganta.
Almorcé mi sándwich de milanesa mientras se hacía la hora. Salimos hacia el sendero de 3,5km hasta el Salto Arrechea. Me apuré para alejarme de los ruidosos niños y tratar de ver algún animal. Al menos vi dos monos. La selva me atrae mucho. Descansamos en una pequeña cascada. Al regreso hice al revés y volví última, hasta quedarme sola con todo el paisaje alrededor. Y el silencio.
Si quieren hacer un paseo en barco, deben comprar el ticket con anticipación e ir dos días. El segundo día sale a mitad de precio (averigüen bien antes de retirarse del parque el primer día, yo me olvidé). Recuerden que esto es así por la pandemia. Si se vuelve a la normalidad pueden olvidarse de tantas reglas. La última vez que fui hice una navegación, fui a la Garganta por la tarde y recorrí los dos circuitos a gusto. No sé por qué, si se está al aire libre, prefieren que uno vaya en grupo en vez de solo. Especialmente en el sendero Macuco, creo que hay más riesgo de contagio al ir en grupo que al ir solo. O tal vez fuera porque habían visto una familia de yaguaretés en el camino.
A la noche comí las sobras de días anteriores. Ya había caminado bastante.
Les recomiendo visitar mis otras entradas sobre Iguazú.
Continuará…
DATOS:
- La Guagua del Yaguareté. Recorrido de una 1:30 por la selva guaraní (no lo hice porque lo reemplacé por una cabalgata). Tiene tres horarios: a las 9, a las 11 y a las 14. +543757 15509941 (ruta 12, km 4).
- Navegación Parque Nacional Iguazú: Iguazú Jungle.
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