De niña veraneaba en un pueblecito de Alicante, y solíamos pasar los días enteros en la playa. Recuerdo que mi madre me obligaba a ponerme camiseta para bañarme en las horas de más sol. Eso ya no se estila, ¿no?
Este año ha sido raruno. Muchos días nublados y temperaturas no tan agradables. Y si ha venido calorazo, ha sido cuestión de un par de semanas. Por ello es por lo que al finalizar Agosto, sólo podía decir que había ido una vez a la playa.
Por suerte, nuestras vacaciones fueron a principios de Septiembre y nuestro destino fue Lanzarote. Aunque tuvimos que soportar más de un comentario advirtiéndonos de que era un destino típico de jubilados, no resulto ser así. Estaba plagado de guiris.
Disfrutamos de la isla, de su comida, y de algunas playas y calas en las que predominaban los locales. Ahora ya puedo decir que este verano ha sido más normal y que he tenido mi ración de baños y sol.