Vacaciones en Praia da Barra (Portugal)

Publicado el 21 agosto 2017 por Miguel Carvajal @2caminostienes

En Abril de este mismo año hicimos un viaje de tres días a Portugal, al que dediqué dos entradas (Semana Santa en Portugal (I) y Semana Santa en Portugal (y II)), y cuatro meses después y aprovechando unos días de vacaciones que teníamos en Agosto, hemos decidido volver a la misma zona que visitamos por entonces, Praia da Barra, en la zona de Aveiro, donde hemos pasado casi una semana. El camping también ha sido el mismo, ya que es bastante cómodo tener toda la zona de tiendas, supermercados y bares a tan solo cinco minutos andando.
Como la vez anterior ya habíamos visitado toda la zona, en esta ocasión nos propusimos no movernos mucho en coche, y aprovechar para ir por las mañanas un rato a la playa y por las tardes a dar una vuelta por Barra, tomar un café o una cerveza y poco mas. Unas vacaciones para descansar, básicamente.
Empezando por el principio, hay que decir que no tuvimos una buena entrada en el país. Nada mas acceder por Chaves al puesto de Easy Toll para extranjeros (de lo que ya hablé cuando estuvimos en Abril) no conseguimos que la dichosa máquina asociara la matrícula del coche a ninguna de las tarjetas que llevábamos, según el aparato, todas eran erróneas. Así que tuvimos que parar para intentar averiguar el motivo del fallo y ver como solucionarlo. Fue imposible. Tras intentar ponernos en contacto con el servicio de autopistas y tenernos en espera como 5 minutos, desistimos y decidimos salir de la autopista y entrar en Chaves, donde tampoco conseguimos información ni solución. Así que nos arriesgamos a seguir sin haber pasado el proceso del peaje de marras. Al final tuvimos suerte y llegamos a Barra sin ningún problema.
Ya establecidos en el camping, con la tienda montada (si quieres ver nuestra tienda, aquí la tienes) y todo descargado, salimos a dar una vuelta, y descubrimos que la tranquilidad de unos meses atrás se había esfumado. Al parecer, la zona de Barra, Costa Nova y demás, es destino turístico elegido por muchos portugueses para pasar sus días de vacaciones, así que nos sorprendió bastante el movimiento que había. A la mañana siguiente, preparamos unos bocatas y fuimos a Costa Nova en busca de alguna playa tranquila, ya que las playas que hay en la misma Barra estaban hasta arriba:

Playa a la izquierda del espigón, a eso de las 10:30 de la mañana. A las 12 resultaba imposible encontrar sitio.

Costa Nova se encuentra a unos 4 o 5 km de Barra, y allí hay playas muy extensas y prácticamente vacías, ya que para llegar hay que cruzar a pie una zona de dunas y hace algo mas complicado el acceso. Aquí se puede ver como estaba de ocupación en un día de semana:

Sí tengo que decir que los tres primeros días tuvimos mucho viento, fue especialmente molesto uno de ellos, en el que nos tuvimos que ir por que la arena hacía daño al darte en cualquier parte del cuerpo.Tuvimos que hacernos con un par de paravientos, al parecer un utensilio imprescindible por aquellos lares, como se puede ver dos fotos mas arriba.  Ese día, la playa estaba desierta, y parece que los únicos que se aventuraron fuimos nosotros:

Pero quitando esos dos días complicados, conforme se iba acercando el fin de semana, el tiempo fue mejorando en lo que al viento se refiere y gracias a eso pudimos aprovechar al máximo. Las jornadas de playa había que darlas por finalizado a eso de las 5 de la tarde como tope, ya que empezaba a refrescar y tengo que decir que fueron varias las noches que tuvimos que cenar dentro de la tienda por culpa del frío.
Como dije antes, habíamos planeado estos días con la finalidad de relajarnos y no hacer mucho turismo, y eso nos dio tiempo como para descubrir un montón de comidas y productos típicos que la otra vez se nos pasaron por alto. La verdad es que podemos decir que no hubo nada que probáramos que no nos gustara. Pero creo que el producto estrella fueron las "Tripas", las cuales descubrimos en uno de los varios puestos o casetas que hay en la calle, donde anuncian las mencionadas Tripas y Bolachas Americanas.

Tripas de Aveiro, las dos del fondo de chocolate, y en primer plano una de queso, la mía :P

Los días que desayunamos en alguno de los bares de la zona aprovechamos para probar los diferentes pasteles dulces y salados, y todos espectaculares. El mejor sitio fue una cafetería pastelería llamada Confeitaria Barra 99 (ver en el mapa). Hay que tener en cuenta que los precios allí pueden ser la mitad que en cualquier sitio similar en España, lo cual facilita las cosas a la hora de probar cosas nuevas. En la siguiente foto se puede ver el precio de un café y de un pequeño pastel llamado «Nata», una combinación muy típica a la hora de tomar un café, ya sea por la mañana o por la tarde:

Así si...

Continuando con los dulces, otro de los locales típicos de Barra es una heladería llamada Gelataria Milano (ver en el mapa), especializada en copas de helado, y postres mas elaborados en general. Una tarde decidimos pegarnos un homenaje y probar alguna de sus especialidades (a partir de cierta hora resulta complicado encontrar mesas libres):

Crepe completo: aparte de que el crepe era gigante, llevaba 5 ó 6 tipos de fruta, una bola de helado de vainilla y otra de nata montada, y sirope de chocolate por encima. Inmenso.

Y la copa de fresa, también muy grande, fresas naturales, helado de vainilla y de fresa, nata montada, barquillo y sirope de fresa. También espectacular.
Y cambiando un poco al salado, no podía dejar de volver a probar una Francesinha, plato típico portugués (concrétamente de Oporto) que ya había probado un par de años atrás pero que al parecer no lo habían preparado muy bien, y tenía ganas de darle otra oportunidad. Se trata de un sándwich bastante grande, al que le ponen huevo, salchicha, jamón de york, queso, lomo y algo mas que se me escapa, luego lo bañan en una salsa típica ligeramente picante, y a gratinar. Uno de los chicos del camping nos recomendó un restaurante llamado Pizzaria Nova Barra (ver en el mapa), muy cerca de la entrada al espigón. Aquí tenéis el plato en cuestión:

Exquisita... creo que esté será uno de los platos obligados de cada visita a Portugal.

Y ya para terminar con la crónica gastronómica :)))), no podía faltar alguna cerveza en el maletero para volver conmigo a casa jejeje. En esta ocasión, encontré cinco cervezas de la misma brewery que traje en el anterior viaje y que no había probado, y las adopté:

Y de propina, éstas 4 que compré en Continente de Aveiro:

Y de una forma u otra, así transcurrieron los días, y llegó el domingo, momento de volver a casa no sin antes haber retrasado la vuelta un par de días, ya que teníamos intención de volver el viernes y al final fue el domingo.
Volvemos con la misma sensación del resto de veces que hemos visitado este país: gente amable, un servicio espectacular en cualquier sitio al que entres (o casi), precios al alcance de todo el mundo, muy buena comida (no hubo nada que realmente no nos gustara, y mira que probamos cosas), etc... Con las pilas cargadas y la sensación de haber estado fuera un mes en vez de seis días, llegó el momento de volver a la rutina diaria.
Lo que si tenemos claro es que, ¡volveremos!