El jueves cogí el vuelo en Kauai, para San Diego, pero no sin antes hacer escala en Honolulu y San Francisco, un total de 14 horas de viaje hasta llegar a San Diego el viernes a las 11:00 de la mañana, momento en el queme dirigí a coger el bus de la empresa de alquiler (Fox) de coches; después de llevarme un cabreo de aupa por tener que pagar 120$ más de lo que se supone que tenía que pagar porque, según me dijo el chico
Para el domingo, mi amiga Ana y su marido nos adoptaron en su casa (¡gracias chicos!), pero de camino a Fallbrook se encendió una luz en el panel del coche; cuando paré en la gasolinera, tenía la rueda casi en el suelo, le puse aire pero a los 15 minutos, la luz volvió a encenderse ¡ me habían dado el coche con una rueda pinchada ! (como hasta entonces no nos habíamos movido de San Diego, no habíamos usado el coche mucho). El chico de la gasolinera nos ayudo a cambiar la rueda, pero como era la de emergencia (aclaración: rueda de emergencia o galleta es una rueda de mitad de tamaño de una normal que sirve para hacer unos pocos kms), con la que llegamos a casa de Ana.
Al día siguiente, el plan era salir sobre las 10:00 de la mañana para Los Ángeles y Santa Mónica, pasar allí el día para el martes a primera hora de la mañana salir para Las Vegas; pero con la rueda así ¡imposible! Llamé a la empresa a primera hora de la mañana, quienes me dijeron que tendría que ir a la oficina (con el gasto de gasolina pagada por nosotros y la perdida de tiempo que esto implica), para que me cambiasen la rueda. Total, que nos tuvieron allí esperando hasta las 15:00 de la tarde. llegamos a Los Ángeles sobre las 18:30 o 19:00, y nos fuimos a visitar El Paseo de la Fama. No sé si será por ser de noche o por ser lunes, pero ni punto de comparación con la vez que fui con Ana y su marido que estaba abarrotado de gente, si no os gustan los tumultos, como a mí, os recomiendo que vayáis sobre esa hora y entre semana.
Obviamente, no nos dio tiempo a ver todo lo que queríamos, así que decidimos pasar la mañana del martes y gran parte de la tarde en Los Ángeles y salir para Las Vegas sobre las 18:00-19:00.
Dormimos en un motel a las afueras que no os recomiendo para nada. Todas las reservas que hice, las realice a través de la web booking. Este motel se llama Comet Motel; es un sitio viejo, si no tenéis otra opción no está muy mal, pero no os dan toallas ni champú, ni gel... aunque tenía wifi, personalmente creo que el precio era elevado para lo que nos encontramos...
Después visitamos China Town e hicimos la parada obligatoria si vas a Los Ángeles: el cartel de Hollywood. El mejor lugar para ver el famoso letrero gigante y tomaros la foto es en el 6272 de Mulholland Highway. Allí podréis para el coche y haceros tantas fotos como queráis, no sólo con la palabra "Hollywood" a vuestra espalda; desde allí arriba se ve todo Los Ángeles; es una vista increíble. os lo recomiendo sin lugar a dudas.
Para terminar el día, antes de partir para Las Vegas, nos dirigimos a Santa Mónica, y de camino... ¡sorpresa! conduciendo por la autovía se reventó una rueda, y cuando digo reventar es que fui conduciendo con la llanta hasta el taller más cercano. El de la empresa de alquiler pretendía que pagásemos nosotros la rueda, según él porque el día anterior me habían puesto las cuatro ruedas nuevas... ¿realmente pensáis que siendo las cuatro ruedas nuevas, una de ellas va a reventarse en un día? El mecánico dijo que quien hubiera colocado el neumático en la llanta, lo había hecho mal; la rueda no había reventado, sino que el neumático se había salido del anclaje de la llanta. Total, que el tío de la empresa me dijo que me iba a buscar un lugar de ruedas de segunda mano y pagase yo la rueda; que me devolvería el dinero a mi vuelta. Así lo hicimos, ya que no teníamos otra opción, porque la sugerencia de él fue que volviese a San Diego.
Volvimos a perder ni sé las horas, pero al final llegamos a Santa Mónica. paseamos por el muelle, aunque no pudimos subir a la noria ya que estaba el parque en revisión, andamos por la playa y sobre las 18:30 salimos de Los Ángeles... ¡ mala ! Muy mala idea. Entre las 16:00 y las 19:00 son las peores horas. Normalmente siempre hay atasco en Los Ángeles, pero estás son horribles (lo que se aprende con la experiencia) tardamos 3 horas en salir de Los Ángeles. Lo que se traduce en que llegamos a las Vegas a las 2:00 de la madrugada... yo iba muerta no, lo siguiente, me quedaba literalmente dormida al volante.
En Las Vegas nos quedamos en el motel Downtowner Motel; es un hotel en Downtown; no está en el centro de la zona famosa, de hecho esta a unos 10 minutos conduciendo; pero personalmente lo prefiero, es una zona tranquila, que como digo no está alejada de la zona turística y la relación calidad precio está bastante bien; nosotros quedamos bastante contentos. Había piscina, pero no pudimos usarla porque estaba en obras. Pagamos 70$ por las dos noches.
El jueves a media mañana comenzamos nuestro viaje hacia el Gran Cañón, fue un viaje largo, pero al hacerlo por la mañana no se hizo tan pesado. Paramos a comer en un sitio llamado Rosie's Den Cafe (19949 US-93, White Hills, AZ 86445); os prometo que es la mejor comida que he probado desde que llegué a EEUU; si vais al Gran Cañón y pasáis por esta ruta ¡ tenéis que parar a comer allí !
Sobre las 18:30 (¡ya era de noche!), llegamos al motel Ash Fork Inn; es un sitio muy tranquilo, esta a una hora en coche del Gran Cañón y no estaba muy mal de precio (68$ las dos noches), lo que no me gustó es que el wi-fi no llegaba a la habitación; tuve que estar sentada en la recepción para descargar una película para poder ver por la noche; pero es la única queja que le pongo.
Por la noche fuimos a comprar algo a la gasolinera cercana y al coger el coche... ¡ la luz de las ruedas volvía a estar encendida ! ¿podéis imaginaros mi enfado y mi miedo para usar el coche de nuevo? Así que al día siguiente llevamos el coche a dos mecánicos
Por la noche fuimos a cenar a restaurante cercano al motel: Lulu Belle's BBQ , si pasáis por este pueblo os recomiendo las baby ribs ¡increíbles!
Y el sábado, vuelta a la carretera para volver a San Diego, con el miedo por cómo se portará el coche. pero he de decir, que no nos dio problema esta vez. La última noche en San Diego la pasamos en un motel del que salí muy enfadada: E-Z8 ¿por qué? Bueno, este motel no ofrece wi-fi gratis, tienes que pagar 5$ por 24 horas, las cuales no usas ya que el check in es a las 15:00 y el check out a las 11:00, es decir, que si coger una noche, como fue nuestro caso estarás en el motel 20 horas; esto me daría igual si ¡internet funcionase! Cuando fui a recepción a decirle a la mujer que había hecho el pago pero que el wi-fi no funcionaba, me contestó que no era su problema; que era una empresa externa y si quería quejarme que les llamase a ellos. A parte, es motel se encuentra justo debajo de la autopista, por lo que se oyen todos los coches y camiones, y por si fuera poco, cerca de las vías del tren; bien, pues por este motel de personal desagradable, servicios ineficientes y una malísima ubicación, nos cobraron 53$ por una noche. Lo único positivo que tengo para decir a favor de este motel es que disponía de piscina y jacuzzi.
Y... llegamos al domingo. El último día. El día en que mi chico vuelve a España. El día en el que los dos hemos llorado en el motel antes de salir para devolver el coche y llevarle al aeropuerto. No me puedo creer que ya hayan pasado los 9 días por los que he estado esperando 6 meses; casi no los he sentido. No me puedo creer que mi chico ya no este aquí, que ya no me vaya a dar un masaje antes de dormirme en sus brazos...
Siento mucho ponerme sensiblona, y espero que me lo perdonéis, pero ahora que se ha ido me siento más sola que nunca desde que llegué a EEUU.
Y para acabar bien las vacaciones, mis host, quienes me habían dicho que no había ningún problema en que me recogiesen en la estación de tren, me han dejado tirada... pero este post es sobre las vacaciones, así que eso ya lo contaré en el próximo.
Me despido diciendo que han sido unos 9 días maravillosos, con sus contratiempos incluidos, aunque ahora echo de menos a mi príncipe más que nunca, y me corroe la duda de saber si le veré dentro de 6 meses o de 2 semanas ya que mañana empiezo mi segundo rematch... Pase lo que pase, sé que hay un chico al otro lado del mundo que me apoya incondicionalmente y eso me da fuerzas para seguir adelante aunque lo que más me gustaría ahora es mandar el programa a paseo y volver a nuestra casa para dormir a su lado cada noche.