Vaciando Estanterías - Rescatando Libros

Publicado el 28 enero 2019 por Entre Libros Y Tintas @EntreLibrosyTin

No se si a vosotros os pasará como a mi, pero es que poco a poco me voy dando cuenta de que me llegan tantos libros de editoriales y autores con los que me comprometo a reseñar su novela, que siempre voy dejando aparcados mis libros, esos que tengo ocupando lugar y acumulando polvo en mis estanterías. 
Ayer fui consciente de ello y he decidido ponerle solución al tema, así que he decidido que mensualmente publicaré una selección de dos libros de mi estantería, porque he de ser realista y no creo que pueda leer más, que me obligaré a leer y hacerles un hueco. 
Si algún mes consigo leerlos y me sobra tiempo... se realista Eva, esto pasaría si estuvieses soñando, así que un, dos, tres, despierta... añadiré alguno más a esta lista.
De momento, los dos seleccionados para este mes de febrero serán:
TÍTULO: LOS NIÑOS DE BRASIL
AUTOR: IRA LEVIN
Corre el año 1973. En su escondite en Brasil, Josef Mengele se reúne con otros jerarcas nazis fugitivos para hablarles de un proyecto muy ambicioso, del que depende el destino de la raza aria. 

Para llevarlo a cabo, es necesario dar muerte a un centenar de hombres. Un investigador aficionado ha conseguido grabar lo que se ha dicho en esa reunión y pone sobre aviso a Yakov Liebermann, el más famoso cazador de nazis del mundo. En una trepidante carrera contra el tiempo, Liebermann tratará de resolver el enigma antes de que el diabólico plan de Mengele se haga realidad.Entre los títulos de Ira Levin (1929-2007) se cuentan Las mujeres perfectas, Acosada, Bésame antes de morir, La semilla del diablo (todos ellos llevados al cine) y El hijo de Rosemary.

TÍTULO: SEDAAUTOR: IRA LEVINEl autor presentaba la edición italiana de este libro, que tuvo un éxito xtraordinario, con estas palabras: Ésta no es una novela.

Ni siquiera es un cuento. Ésta es una historia. Empieza con un hombre que atraviesa el mundo, y acaba con un lago que permanece inmóvil, en una jornada de viento. El hombre se llama Hervé Joncour. El lago, no se sabe. Se podría decir que es una historia de amor. Pero si solamente fuera eso, no habría valido la pena contarla. En ella están entremezclados deseos, y dolores, que no tienen un nombre exacto que los designe. Esto es algo muy antiguo. Cuando no se tiene un nombre para decir las cosas, entonces se utilizan historias. No hay mucho más que añadir. Quizá lo mejor sea aclarar que se trata de una historia decimonónica: lo justo para que nadie se espere aviones, lavadoras o psicoanalistas. No los hay. Quizá en otra ocasión.

¿Habéis leído alguna de las dos?¿Las tenéis también en vuestro listado de libros pendientes?