A Alberto Contador le crecen los enanos. Después de que la prensa europea anunciara el posible positivo del ciclista español en el pasado Tour de Francia, todo se ha convertido en una pesadilla para el de Pinto. Nadie pone la mano en el fuego por él. Su propio ex-equipo, Astaná, le ha dado la espalda (y eso que tendría parte de responsabilidad si se llegara a confirmar que, efectivamente, se dopó), desde Francia hablan de transfusión, es la comidilla en todas las sobremesas y cafés del país.
Ahora, además de hacer frente a los organismos internacionales como la UCI, a la prensa más envidiosa por el éxito español, a la Federación Española, a su ex-equipo, al Saxo Bank, también va a tener que “luchar” contra la Asociación Española de Productores de Carne de vacuno (asoprovac).
Asoprovac quiere llegar al fondo de la cuestión. A ellos, y a sus vacas, poco les importa contador y sus justificaciones. No está sólo en entredicho la épica de un deportista, ¿en qué lugar queda la carne de vacuno? Si se confirma que es una cuestión del Clembuterol con el que engordan algunas cabezas de ganado, alguien debería dar explicaciones por ello.
Tres mil productores de carne de vacuno están amparados bajo esta asociación. Recordemos que la carne dicen comprarla en Irún. Solomillo de cerdo. Si es carne de vaca vasca, seguramente estaría protegida bajo la denominación de Euskolabel, certificado de calidad. Y, obviamente, las denominaciones de origen no se las dan a cualquiera. reconocen productos sanos, de calidad, de una localización concreta, y pasan periódicos y rigurosos controles, algo así como el antidoping de las vacas.
Desde asoprovac han enviado un comunicado de prensa asegurando que “quieren llegar al fondo de la cuestión”. Lo primero que ponen en duda es la versión del ciclista. Escribo literalmente: “El equipo técnico de la Asociación se ha puesto en contacto con científicos
expertos en toxicología para ver la posibilidad real de que el consumo de
carne con clembuterol pudiera ser la causante de la presencia de trazas (50 picogramos) de esta sustancia en la orina de Contador.”
Defienden el producto nacional, aunque dejan claro que si la carne no procede de una producción española, ellos no se hacen responsables. Están claramente enfadados, y les entiendo.
Algo me huele mal en el caso Contador. Y lo digo ahora que, al parecer, es completamente inocente. Su nombre ya está manchado y ojalá se pueda subsanar el error, si lo hubiera. Yo no pongo la mano en el fuego por nadie, pero que ahora hasta la asociación de productores de carne de vacuno salte a la palestra con este mosqueo y sorprendidos de que se pueda dar positivo por un filete, es, cuanto menos, significativo. EN cualquier caso, hay que seguir creyendo en la presunción de inocencia, pero con rigurosidad y argumentos, sin pasar nada por alto ni diferenciarlo por ser Campeón Contador y no un humilde gregario más de la serpiente multicolor.